Que se haya cometido un robo en el Supermercado Bravo, ubicado en la avenida Enriquillo, en Los Cacicazgos, podría ser una noticia más, entre las tantas que hablan en estos días de asaltos, crímenes, en definitiva: violencia; pero resulta que el “valor agregado” es que esta sucursal del Bravo está ubicada muy cerquita de la residencia del presidente Danilo Medina y que hasta hace apenas un tiempo, decían que vivir en Los Cacicazgos resultaba un equivalente de seguridad y despreocupación.
En realidad, ni la Enriquillo, la Sarasota, Lope de Vega, la Privada, o la Rómulo Betancourt, otrora calles “intocables”, se diferencian de Guachupita, Villa Mella, Los Girasoles y Los Alcarrizos, por ejemplo. Los saldos de asaltos y robos, a plena luz del día, ocurren sin diferencias en la geografía nacional.
La inseguridad ciudadana es uno de los principales desafíos, no solo del Poder Judicial, sino de la sociedad íntegra. Violencia e inseguridad “representan un binomio de gran preocupación en la región, tal y como expresaba el Latinobarómetro para 2011 cuando reconocía que el 28% de los ciudadanos latinoamericanos consideraba que la delincuencia era el problema de mayor importancia de su país y el 33% admitía haber sido víctima de un delito o conocedor del mismo para con un familiar en el transcurso de los últimos doce meses”.
En República Dominicana se han intentado métodos que han naufragado en lo insólito, como aquellos “Barrios Seguros” que jamás pasaron de ser meras nomenclaturas utópicas.
Desde hace mucho tiempo, investigaciones y hechos han reflejado que el país se mantiene entre el grupo de países con tal criminalidad, que las tasas de homicidios continúan elevándose en niveles “epidémicos”, y que las propuestas de políticas siguen estando por debajo de la realidad.
De todos modos, que suceda un hecho así, justo cerca de donde reside el Presidente, de verdad que deja mucho, mucho que desear… y extiende la incredulidad de la sociedad a todos los niveles.
Inseguridad rompe barómetros
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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