El tema de este editorial lo facilitó un chofer, humilde padre de cuatro hijos, dos de los cuales casi logran concluir estudios, “porque a golpes de sacrificios hemos sufrido privaciones de todo tipo en la familia para que ellos lleguen…y claro, porque son inteligentes y han puesto su empeño…”.
Y así siguió hablando este hombre de pueblo: “Lo que se impone por hechos y acciones es lo peor: que a quienes dirigen el país no les importa que los jóvenes estudien y se superen, pues mientras más analfabetos seamos, más pueden explotarnos y seguir en el poder ¿ha visto usted cómo la ministra de Educación se sube el salario, mientras los maestros viven en la miseria y el soñado 4% sigue por las nubes? ¿Ha visitado las escuelas públicas, donde en aulas que no caben ni quince niños meten cuarenta?
“Y si escuchó el discurso del encantador de serpientes, discípulo de Maquiavelo, Leonel Fernández, podrá entender por qué esas míseras tarjetas de solidaridad mantienen a tantas comunidades subsistiendo en la indigencia, pero con una gorra morada que no se quitan nunca: esos son votos comprados a cambio de nada. Los infelices de las cañadas y de esos barrios insalubres están comprometidos con quienes derrochan y andan montados en yipetas de lujo y les tienden un mendrugo, que ellos aceptan como si no tuvieran derecho a algo más.
“Para el Gobierno es un cheque al portador mantener ese modus vivendi, la prostitución de los servicios básicos a una sociedad como la nuestra se ha convertido en parte de la realidad y nadie reacciona porque los liderazgos se han perdido. Por suerte algo está despertando en el pecho de la sociedad dominicana y en estos tiempos muchos sectores protestan y rechazan el trato que se le está dando a un pueblo noble, sin estudios, pero inteligente y viril, como dice nuestro Himno Nacional. Que no me diga Leonel Fernández que el déficit fiscal de más de 187 mil millones de pesos, sea culpa de lo que le hayan entregado a los pobres, que siguen cada vez más pobres, mejor que hable de una vez de esa corrupción que les ha hecho ricos a todos ellos, mientras los barrios siguen inundándose y las familias ven enfermarse a sus hijos sin tener servicios de salud, ni cómo mantenernos cuando llegamos a viejos…
“Mire, la verdad es que en este país los gobernantes han aprendido a mantener la pobreza subsidiada y esa es una manera de gobernar que les ha dado mucho en poco tiempo y dudo que la eliminen”.
Concluyó el chofer y de inmediato trascribí estas líneas que editorializo textualmente para nuestros lectores.
Pobreza subsidiada
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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