El tema en las calles del país, además de tratar el “paquetazo fiscal” y sus incongruencias, las manifestaciones e inconformidades por las “anorexias” ante quienes han coadyuvado al caos y se mantienen incólumes, se dirige con razón a la violencia e inseguridad ciudadana; pero que quienes representan a la sociedad en la cámara legislativa entren a las sesiones en el hemiciclo con armas, deja mucho que desear y las voces populares comentan su irracionalidad.
Los reglamentos del organismo prohíben absolutamente que esto suceda y por tal razón existe un detector de metales a la entrada del salón, que debe revelar quienes entran armados al pleno., además, de la vigilancia de las policías que vigilan entradas, salida, y todo cuanto pueda estar fuera del orden.
Sin embargo, todo parece indicar que periodistas, fotógrafos y camarógrafos pasan por sus requisas, pero los legisladores no.
Más allá de la prohibición y la denuncia del presidente de la comisión de Disciplina de la Cámara de Diputados, Henry Merán, quien se refiere a una investigación al respecto, a fin de “determinar, quiénes son los legisladores que incurren en esa violación”, lo que molesta es que estas personas que deciden los destinos de la nación bajo el mandato de “¡Voten, honorables!”, procedan de manera tan distante a la distinción que les ha otorgado la República Dominicana.
¿Así que armados?
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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