Lo triste fue la demora y la larga fila de consecuencias que ha afrontado el país por tener una educación deficiente. Y aunque todo no se justifica por esta ausencia, existe sin duda alguna, esa mayoría de eventos desgraciados que tienen como fondo una parte de la población a quienes la luz de la enseñanza no mostró cómo determinar con mejor concepto el espacio que separa el bien y el mal; claro, sin dejar de mencionar hogares destruidos (también por lo no aprendido, sin educación sexual y mucho más…) y las deficiencias de otras instituciones que no han influido en quienes hoy delinquen y ocupan los banquillos de los acusados, o se hacinan en cárceles de las cuales nunca saldrán reivindicados, lamentablemente.
Danilo Medina prometió y cumplió en cuanto pudo lo que lleva años sin concretarse, aun cuando estaba estipulado por Ley. El proyecto de Presupuesto Nacional 2013, debatido por el Consejo de Gobierno incluyó para el sector educativo dominicano el monto equivalente al 4% del Producto Interno Bruto, como “respuesta a una demanda unánime de la sociedad que el Presidente hizo suya”.
Ahora vendrán los pasos ulteriores y la convicción de que cada peso sea empleado en esas necesidades básicas de la población infantil dominicana, en que las aulas, sin que cuenten con una inmobiliaria de lujo, tengan, al menos, un asiento para cada niño y niña y que esos maestros que dan y entregan conocimientos, también los adquieran periódicamente.
Si todo esto se cumple y más, la sociedad vestida de amarillo brillará de oro…algún día.
Para la historia
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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