La experta en Geografía Humana y Planificación Territorial, Amparo Chantada, considera que la verdadera política de prevención contra pérdidas humanas y daños a la infraestructura es construir viviendas dignas, seguras y confortables para que no exista necesidad de evacuar.
“El país no está en capacidad institucional para destinar presupuesto a la evacuación de afectados; además, no existe voluntad para desalojarlos y ubicarlos en lugares seguros”, explica la investigadora.
“Los conceptos: vulnerabilidad, evacuación, peligro o desastres están en la palestra. Antes, no se hablaba de riesgos ni prevención; pero, hay que reconocer que desde los últimos fenómenos naturales, el país ha tomado conciencia sobre la necesidad de actuar previendo calamidades”, opina Chantada.
La catedrática se expresó en esos términos al ofrecer su parecer con relación a la satisfacción del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), por el avance de la República Dominicana en el manejo de gestión de riesgos durante la temporada ciclónica.
Otro asunto valorado por el BID en un encuentro con el Ministerio de Hacienda fue el seguimiento a la línea de crédito contingente por US$100 millones para emergencias, monto al cual tendría acceso el país ante la ocurrencia de un evento catastrófico.
En ese sentido, la defensora del Medio Ambiente entiende que en República Dominicana hay que hacer un plan nacional de ordenamiento territorial, a fin de que la población adquiera conciencia sobre la organización demográfica y los sitios que puede habitar.
“Además, no hay ningún Ayuntamiento que tenga elaborado un plan de prevención de riesgos, debido a que no cuentan con apoyo económico, ni coraje para enfrentarse a los barrios marginados, reubicarlos en bloques de apartamentos y disponer las zonas bajas para áreas verdes, lugares recreativos, con el propósito de que cuando los ríos se desborden no sea necesario albergar a las familias”, sostiene.
Amparo Chantada criticó que el Estado no tenga una política de construcción de viviendas de orden social y mucho menos autoridades que regulen los lineamientos territoriales, donde cada quien hace lo que quiere. En tanto, el sector empresarial realiza sus proyectos en expansión de la ciudad y los pobres ocupan los terrenos desechados.
Según opina la especialista en urbanismo: “Es necesario regular la tierra agrícola, las cuales en muchos casos son utilizadas para construcciones de infraestructuras, como el Aeropuerto Intencional del Cibao, edificado en terrenos muy fértiles y se pretende levantar otro en una zona arrocera de San Francisco de Macorís”.
– ¿Qué situación presenta el Distrito Nacional?
“En término general el Distrito Nacional ya no puede crecer más demográficamente. Sin embargo, municipios como Santo Domingo Este, Norte y Oeste pueden seguir ampliándose.
“De acuerdo a un estudio realizado en la década de los 80s, se concluyó que el regreso de los desalojados y ubicados en zonas altas se debe a que pueden sostener su nuevo nivel de vida: a esos ciudadanos deben facilitarle un empleo, porque el cambio de vivienda conlleva pagar los servicios de agua, luz, teléfono, cable y otros gastos agregados”.
– ¿Todo esto es una particularidad de República Dominicana, o se da también en el Caribe?
“En América latina hay países con fuerte tradición de ordenamiento territorial, como es el caso de Chile, Colombia, Brasil y Venezuela”.
Finalmente, Amparo Chantada subraya que en la República Dominicana urge la implementación de un proyecto de ordenamiento geográfico, el cual orientaría a las autoridades en cuáles lugares se puede o no fabricar, debido a que el país carece de políticas eficientes que permitan establecer límites claros e inviolables en caso de desastres naturales.
RD: urge regulación ordenamiento territorial ante riesgos
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