Madrid.- España concentrará la cooperación internacional en 23 países -hasta ahora eran 50- y se convertirá prácticamente en el único donante en América Latina, ya que algunos Estados y la Unión Europea delegarán sus recursos para rentabilizar la estructura y experiencia españolas sobre el terreno.
En una entrevista con Efe, el secretario general de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Gonzalo Robles, analizó el futuro de la cooperación española después de que el último Consejo de Ministros aprobara el IV Plan Director de la Cooperación Española 2013-2016.
«España se quedará en los sitios donde nuestra cooperación es relevante y donde realmente el modelo de cooperación que queremos hacer va a resultar eficiente y va a tener un impacto», aseguró el alto funcionario español.
Justificó la reducción de países a los que irá destinada la ayuda humanitaria en la necesidad de buscar la eficiencia «porque concentrando los recursos seremos más eficaces».
«Prácticamente nos vamos a quedar casi como único país en América Latina, de tal manera que habrá países como Bélgica que va a encargarnos a nosotros su cooperación en Perú o la propia UE, a través del modelo de cooperación delegada», apuntó Robles.
De esta forma, parte de esos recursos europeos irán a la cooperación española, «porque España es evidente que frente a los demás países de la UE tiene sobre el terreno una estructura que nos hace ser más eficientes, por las capacidades humanas y la experiencia».
Robles aclaró que la salida de España de algunos Estados receptores se hará de manera progresiva, a lo largo de los próximos años: «Será una salida responsable y con diálogo con el país, finalizando los procesos en marcha».
El responsable de Cooperación española destacó que la nueva política incluirá un sistema de evaluación para medir el impacto de la ayuda.
«Los recursos no siempre van acompañados de ese impacto, hasta ahora se han puesto recursos pero no se sabía el impacto que estaban teniendo», aseguró.
En esta etapa se incluye la cooperación reembolsable, es decir, ayudar a pequeñas empresas a iniciar negocios en países de renta media de América Latina que ya pueden asumir su propio desarrollo.
«Es poner recursos a las instituciones financieras internacionales de América Latina para que puedan financiar estructuras productivas de pequeñas y medianas empresas, que, de otra manera, no tendrían acceso; es decir, poner créditos de forma muy ventajosa sobre lo que está poniendo el mercado» para dar «instrumentos de desarrollo a países que lo necesitan», explicó.
El IV Plan Director aboga por fortalecer las estrategias con el sector privado, de modo que las empresas se incorporen «como un actor más» en la cooperación al desarrollo, lo que no significa, aclara Robles, que éstas reciban subvenciones.
«No se trata de subvencionar a las empresas, ni mucho menos, sino que las empresas con su propio trabajo ayuden al desarrollo», señaló el secretario general de Cooperación, quien reiteró que esta colaboración se hará siempre con el acuerdo de los países receptores.
De los 23 Estados que recibirán la ayuda, Robles destacó la vulnerabilidad de Haití, donde «España seguirá muy activa», y aseguró que también jugará un papel destacado en los procesos de democratización de los países del norte de África.
A pesar de la crisis económica que atraviesa España, «estaremos en las zonas donde se produzcan emergencias y en las que seamos imprescindibles», concluyó. EFE.
España liderará la ayuda humanitaria para América Latina
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