Más allá de lo que siempre se ha escrito sobre la función social del periodismo y su constante actividad tendiente a “recolectar, sintetizar, jerarquizar y publicar información actual”.
Reconociendo, como ha dicho un receptor acerca de que: “Es increíblemente triste que la plaga del periodismo de nuestro siglo significa que todo está dado a favor del emisor, donde los receptores no contamos en nada , nos desinforman para hacernos creer que las cosas van bien , o mal, …salvo algunos casos de periodistas que aun mantienen su profesionalidad y el periodismo ¨real¨ hasta donde puede serlo (puesto que también los periodistas tienen sus propias percepciones , y son las que nos comunican) , es su principal prioridad”.
En fin, que se hizo noticia la realidad e incertidumbre vividas por más de mil trabajadores cañeros, quienes durante 2012 protagonizaron manifestaciones y protestas en reclamo de una justa pensión que parecía tan lejana “como aquel lucero azul que se pierde en lo infinito…”, hasta que después de muchas zozobras y “buches amargos”, el Gobierno encabezado por Danilo Medina escuchó y dio respuestas a tan justas reclamaciones.
Aunque aún están pendientes de pensiones otros que no han sido beneficiados, existe la certeza de que las huellas físicas y morales selladas en sus enfermos cuerpos por tantos años de trabajo fuerte en los centrales cañeros, serán resarcidas, al menos en este periodo que resta de sus vidas. Así se manifiesta el presidente Medina en su quehacer de “lo que nunca se ha hecho”.
Y en respuesta al agradecimiento de estos humildes seres, los y las periodistas nos honramos de haber sido “dignos emisores de justos planteamientos”.
Periodismo y agradecimiento
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