Profamilia: retos y desafíos de una campaña

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Sin duda alguna, representa un gran reto y verdadero desafío para la sociedad dominicana, la campaña esgrimida por Profamilia, junto a otras importantes instituciones, que forma parte del proyecto Impulsando el Ejercicio de los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos.
 
Las cifras abruman, preocupan y ocupan a quienes se sienten identificados con esa batalla que significa lograr un mejor país.
 
Las líneas a trabajar suman cuatro aspectos fundamentales: Educación, anticoncepción, interrupción del embarazo y acoso sexual.
 
Pero…
 
Magaly Caram, directora ejecutiva de Profamilia, resume lo que constituye violación fundamental, pues han sido firmados y asumidos “compromisos a nivel mundial, que reconocen que los derechos de las mujeres son derechos humanos, y que los derechos sexuales y reproductivos son también derechos humanos;  pero aún está muy lejos de cumplirlos”.
 
Según la directora ejecutiva, los gobiernos van y vienen, “con campañas progresistas, que prometen a las mujeres cambiar leyes, diseñar políticas y asignar recursos, pero una vez que llegan al poder claudican de los principios que sustentaron y se entregan en los brazos de poderes fácticos, del fundamentalismo, de sectores conservadores, olvidándose y burlándose de las mujeres que con su voto y entusiasmo los ayudaron a alcanzar la posición”.
 
Abortos: primeras causas muertes
 
Un ejemplo de lo que se requiere resolver cuanto antes, es el relacionado con los más de 90 mil abortos que tienen lugar al año: “En términos matemáticos uno de cada cuatro embarazo termina en aborto, dato que retrata la magnitud del problema si tomamos en consideración el incremento de embarazos durante la adolescencia y la necesidad insatisfecha de anticoncepción que afecta al 27% de este grupo etáreo”, según reflejan distintas fuentes que analizan esta situación.
 
En tal sentido, Profamilia,  durante el acto de presentación  de la campaña, enarboló su eslogan: ¡Conoce, actúa, exige! Y recordó que: “El aborto es siempre un fracaso, un fracaso del sistema de educación, del sistema de salud, de las políticas de planificación familiar, del sistema de seguridad y un fracaso del Estado”.
 
Los documentos aportados por Profamilia agregan que el aborto inseguro es un serio problema de salud pública vinculado de forma estrecha  con  la pobreza, la desigualdad social y negación de los derechos humanos de las mujeres. Las cifras estadísticas oficiales reflejan que el aborto se registra entre las primeras cinco causas de muerte materna, promediando el 9% en el periodo 2000-2008.
 
“Frente a esta situación, la permanencia de la interrupción del embarazo en el Código Penal Dominicano, con penalización absoluta, aún en los casos en que existe peligro de la vida de la madre, cuando el embarazo es consecuencia de una violación y también, cuando lo es de un incesto, promueve el aborto inseguro e ilegal…”
 
Para María Jesús (Susi) Pola Zapico, coordinadora del proyecto, “cada vez, se hace más necesario incorporar la educación sexual integral a nivel inicial, básico, media y técnica en los sectores públicos y privados de la educación formal y en poblaciones no escolarizadas; así como la promoción del ejercicio de los derechos sexuales y derechos reproductivos en la población en general”.
 
Pola indica otro ángulo del asunto: Se trata de que, prácticamente el 100% de la población conoce algún método de planificación; pero, el 54.2% de las mujeres casadas o unidas entre las edades de 15 a 19 años no usan métodos anticonceptivos.
 
Otras cifras alarmantes
 
República Dominicana se encuentra entre los países con indicadores más altos en salud reproductiva: “Y si bien el 96% de los nacimientos son atendidos por personal calificado y en instituciones y la expectativa de vida al nacer es alta (72 años), tanto para hombres como para mujeres, la mortalidad materna y la mortalidad infantil permanecen en cifras altas, en 150 por cada 100,000 nacidos vivos (2000), y 32 por cada 1,000 nacidos vivos respectivamente”, de acuerdo a los datos consultados.
 
Añaden las estadísticas que: “De 2005 a 2007, la tasa global de fecundidad es de 2.4 hijos/as por mujer; 2.8 en la zona rural y 2.3 en la urbana, en un país como el nuestro, donde el conocimiento de algún método de regulación de la fecundidad es universal.
 
Prácticamente el 100% conoce algún método, sin embargo, como ya se ha dicho, el 54.2% de las mujeres casadas o unidas entre las edades de 15 a 19 años no usan métodos anticonceptivos”.
 
La violencia se abre paso también en las aulas. Según el estudio llevado a cabo en cinco universidades, por el Movimiento sin Aula, titulado Percepciones y actitudes de estudiantes universitarios frente a la violencia de género, en los centros de educación terciaria, el 40% de las universitarias han sido víctimas de acoso sexual.
 
Otro dato no menos preocupante es el emitido por la encuesta elaborada por el Ministerio de la Mujer y el Centro de Investigación para la Acción Femenina (Cipaf), apoyado por el UNFPA, la cual indica que el acoso sexual laboral en entidades públicas es de un 31.9%, mientras que en entidades privadas se manifiesta en un 31.4 por ciento.
 
Oportuna y muy necesaria es esta  campaña, coordinada por Profamilia, en sociedad con el Centro de Estudios de Género (CEG), de Intec, la Sociedad Dominicana de Obstetricia y Ginecología (SDOG), el Núcleo de Apoyo de la Mujer (NAM), de Santiago, y financiamiento nacional e internacional.
 
Magaly Caram resume el objetivo de este proyecto: “Que los derechos sexuales y los derechos reproductivos dejen de ser letra muerta, que se cumpla con los compromisos asumidos, y que terminen las desigualdades e inequidades”.
 
En tanto que Fausto Rosario, presidente de la Junta Directiva de Profamilia, reflexiona a tono con lo determinante que es para el fortalecimiento del Estado de Derecho, el “reconocimiento de los derechos sexuales y los derechos reproductivos que queremos, pues estos se asocian a las necesidades más fundamentales en el desarrollo de las personas; por esta razón, la temática de la campaña, que resume el sentir institucional de Profamilia, no fue elegida al azar y es el resultado de un análisis de la realidad social dominicana…”.