La reunión del gobierno “a puertas cerradas”, con sus comunicadores cercanos, para expresar la decisión de suscribir acuerdos transaccionales que pongan fin a la litis, en el caso de Bahía de las Águilas, deja un sabor insalubre en la opinión pública dominicana.
Y aunque el director de Comunicaciones de la Presidencia, Roberto Rodríguez Marchena, informó a los periodistas que “se realizarán otros encuentros para explicar la decisión del Gobierno; como por ejemplo con comunicadores de medios impresos, televisivos y radiales”, la reflexión se queda trunca en ese posible “empoderamiento” de algo que cada quien debe ver con los ojos de la mayoría. ¿O es que tantos y tantas pueden equivocarse a la hora de analizar el problema de Bahía de las Águilas como un “hermoso patrimonio nacional robado”?
Un expediente que tal y como se ha publicado, “fue destapado en marzo de 1997, a raíz de la instrumentación de cargos por falsedad, prevaricación, desfalco, asociación de malhechores y estafa…” y sigue siendo una oscura página de tardanza en decisiones judiciales y mucho más…
Según Rodríguez Marchena, el gobierno continuará su labor didáctica: «Porque tenemos que desarrollar una labor de persuasión y de ofrecer informaciones» al respecto. Pero, el verdadero empoderamiento de la prensa no está en esa “persuasión”, sino en la entrega de todo tipo de documentos, esclarecimiento de cada detalle, como es la existencia de unos 1,491 poseedores de títulos de esos terrenos (que circuló por internet), los cuales dijo desconocer: «No tengo la información pero no he leído eso y no puedo opinar de lo que no he leído».
El problema es que “eso” es parte intrínseca del asunto y aunque los “Acuerdos Transaccionales son la única forma de lograr el desarrollo turístico del suroeste”, tienen que estar muy claras las formas de solucionar el problema, o seguimos con el alma colonizada como en aquellos tiempos…sin olvidar que contra eso se luchó y mucho.
Persuasión, manipulación ¿?
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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