La posición del presidente de la República Dominicana, licenciado Danilo Medina el 27 de Febrero en la Asamblea Nacional es una clarinada de patriotismo que enaltece la dignidad y la soberanía nacional.
El pueblo debe unirse y acompañar al primer mandatario en los combates que se librarán en el país y el extranjero frente al desafío de la multinacional Barrick Gold que de una manera descarada señala que “tiene una disposición de dialogar con el Estado Dominicano sobre los aspectos del contrato, pero que tiene limitaciones debido a compromisos asumidos con las instituciones que financian el proyecto minero”. Este cinismo desenmascara los planes macabros que tiene esta empresa y el papel desafiante de su presidente Manuel Rocha.
La Constitución de la República Dominicana en el artículo 1 dice “organización del Estado. El pueblo dominicano constituye una Nación organizada en Estado libre e independiente, con el nombre de República Dominicana”.
Sentenciando en el artículo 3. “inviolabilidad de la soberanía y principio de no intervención. La soberanía de la Nación Dominicana, estado libre e independiente de todo poder extranjero e inviolable. Ningún de los poderes públicos organizados por la presente Constitución puede realizar o permitir la realización de actos que constituyan una intervención directa o indirecta en los asuntos internos o externos de la Republica Dominicana o una injerencia que atente contra la personalidad e integridad del Estado y de los atributos que se le reconocen y consagran en esta Constitución. El principio de la no intervención constituye una norma invariable de la política internacional dominicana”.
Esto es más que suficiente para rechazar los términos del señor Manuel Rocha y de los embajadores Raúl Izaguirre, de los Estados Unidos de Norteamérica y de Georges Boisessé de Canadá. Ambos se pasaron de la raya tratando de imponer un contrato lesivo a los intereses de la nación que se roba un recurso minero no renovable como el oro.
El presidente medina tiene sobrada razón cuando advierte “hasta ahora hemos sido paciente. Pero la paciencia tiene un límite. Y más para un gobierno que esta a diario en la calle y ve dibujada en el rostro de nuestra gente las urgencias de una mayor inversión de recursos que le permitan mejorar sus condiciones de vida”.
La Barrick Gold no conforme con saquear el oro trata de engañar al gobierno y al pueblo afirmando que su inversión en el país es de “acerca de los US$4, 000 millones”. Esta falacia fue desmontada en la Asamblea Nacional presidente Medina cuando afirmó que “la inversión estimada de la Barrick Gold, es de US$3,000 millones”.
El mandatario puntualizó que “es inaceptable que de cada 100 dólares de ingreso de la exportación de oro y otros metales, la empresa reciba 97 y el pueblo dominicano tres dólares”.
Estamos frente a un desafío que solamente el pueblo unido con Danilo puede enfrentar. Urge que los estudiantes, los profesionales, las amas de casas, los campesinos, los trabajadores y todos los sectores organicen vigilias pacificas frente a las embajadas de los Estados Unidos, Canadá o cualquier otra delegación diplomática que trate de impedir este reclamo avalado por la Constitución de un Estado libre que tiene derecho a su soberanía e independencia.
Igualmente, en los parques de los municipios y las provincias la gente tiene que manifestarse para demostrarle a los Estados Unidos, Canadá y quien sea que el presidente Medina no está solo y que esta lucha se llevará hasta el final.
El pleito está casado: Con la Barrick Gold o contra el pueblo.
Usted escoge el lugar donde se coloca.
Demás está decir con Juan Pablo Duarte, “mientras no se escarmiente a los traidores como se debe los buenos y verdaderos dominicanos serán victimas de sus maquinaciones.
Que viva la República Dominicana.
Nacionalización de la Barrick Gold.
El pueblo unido con Danilo Medina
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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