La muerte del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, ha dejado en segundas planas las noticias, que no dejan de ser importantes, pero subyacen a la espera del sepelio de los restos mortales del líder venezolano.
En República Dominicana, el tema de la Barrick, absolutamente latente, las amenazas de huelgas en todos los sectores- incluyendo las aulas sin sus maestros-, y mucho más…unido todo ello a lo global, donde la elección del futuro papa sigue en expectativas y en las Naciones Unidas se marca un importante hito en pos de la defensa de mujeres y niñas…;todo esto ha tenido que esperar desde el punto de vista noticioso, porque la desaparición del presidente Hugo Chávez ha conmovido, no solo al continente, sino al mundo en general, donde amigos y enemigos han sido conmocionados de muchas maneras.
No se trata solo del efecto en la economía dominicana y los recursos que el país recibe de Petrocaribe, acuerdo que terminaría en el 2025; tampoco lo relacionado con la Refinería Dominicana de Petróleo, aun cuando los pronósticos para muchos especialistas son muy difíciles de proyectar, pues el precio del petróleo es inconstante y se sabe de sobras que el “Acuerdo de Cooperación Energética», considerado por muchos como «un balón de oxígeno” para la economía dominicana, ha sido, sin duda alguna “tabla de salvación”. Para los que sueñan con una región unida, capaz de defender principios y dignidad a toda costa, el adiós a Hugo Chávez deja una especie de vacío irreparable, insustituible y doloroso. Esto no tiene discusión alguna, al menos, repito, para quienes creen en un futuro mejor.
Vacío irreparable e insustituible
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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