Este martes inicia el cónclave para elegir al nuevo papa y en la República Dominicana se está muy pendiente de quién será el sustituto de Benedicto XVI y heredero del trono de Pedro en el Vaticano. Con la renuncia de Joseph Ratzinger, tras ocho años de mandato, la Iglesia Católica quedó acéfala y en sección permanente para elegir al nuevo representante que dirigirá la Barca de Pedro hasta llevarla a buen puerto.
Mientras más de 180 obispos se reúnen en el cónclave, con el fin de seleccionar al mejor candidato papal, la República Dominicana y el mundo entero esperan ansiosos el nombre y la nacionalidad del favorecido a ocupar la vacante del Vaticano.
Sin embargo, de lo más profundo del corazón de los creyentes surge la interrogante sobre qué papa necesita el mundo, debido a que la sociedad demanda un pontífice acorde a los nuevos tiempos y dispuesto a timonear por mares turbulentos, hasta llevar a un lugar seguro los destinos de la religión apostólica y romana.
En cuanto a esa cuestionante, sacerdotes dominicanos expresaron sus consideraciones sobre las características que debería tener el sustituto de Benedicto XVI para continuar el legado dejado por los anteriores santos padres.
En ese sentido, el padre Jit Manuel Castillo de la Cruz, de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario, en Villa Duarte, entiende que el representante de Dios en la tierra debe ser vigoroso, con fuerza para vencer los desafíos y situaciones internas e intensas de su cargo, sin imponer su criterio; pero tampoco doblegar su posición, con la capacidad de tratar a personas que piensan diferente a sus creencias y con la sensibilidad de caminar junto al pueblo.
Dentro de las expectativas del religioso está que el candidato elegido sea latinoamericano; no obstante, aclara que cuando se analiza la composición de los cardenales participantes, resulta difícil que esa posibilidad se cumpla.
“Hay que esperar, porque nadie se imaginaba que Benedicto XVI renunciaría y lo hizo. En estos momentos la Iglesia pasa por una crisis, con grandes amenazas y oportunidades, por lo cual se requiere de alguien que maneje con inteligencia esas dos variables, sin que se vea afectado el catolicismo”.
De su lado, Wilfredo Montaño, párroco de la iglesia Santa Clara de Asís, en Capotillo, expresa que el electo para dirigir desde el Vaticano debe tener su corazón en la Barca de Pedro y continuar el trabajo realizado por el papa renunciante, quien modernizó la iglesia, y utilizaba las redes sociales para predicar.
Asimismo, sacar a los jóvenes del sin sentir de la vida, fruto de la transformación del mundo, pero que se han quedado rezagados, porque no le han sabido dar un uso debido a las herramientas tecnológicas y comprender que no son robots, si no personas con corazón.
“La iglesia está viviendo los antivalores, ataques y debilidades de los hermanos que militan dentro de ella, por esa razón, los cientos de obispos del cónclave presentan informes de la situación de sus naciones, a fin de analizar dónde ha habido un desliz, para que el nuevo papa identifique su línea a seguir”, precisa el eclesiástico.
Montaño indica, además, que la gente espera muchos cambios y que el hombre empiece a vivir plenamente el legado de Jesucristo y comprenda que la Palabra es la que transforma.
“La iglesia no está en crisis, sino algunos que estamos en ella y pensamos que la barca de Pedro no la lleva Jesús, pero cuando se es consciente de esa realidad no habrá crisis. Además, los encargados de llevar el mensaje de vida deben formarse y actualizarse más para que sean personas guiadas por el Espíritu Santo”, finaliza Wilfredo Montaño.
Tanto la población religiosa como ambos sacerdotes esperan que la Iglesia Católica salga fortalecida y renovada con el cambio de papa, para que el mensaje de amor sea llevado hasta los confines de la tierra, tal y como fue el mandato de Jesús a sus discípulos.
¿Qué papa necesitamos?
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
Story
Page