Acaba de encenderse una luz en el conflicto que enfenta a la dirección de Iberia con los sindicatos de todos los sectores de su plantilla. Ayer, el Consejo de Administración de IAG (International Airlines Group), el consorcio que agrupa a la compañía española junto a British Airways, decidió aceptar la propuesta formulada por el mediador Gregorio Tudela.
Dicha propuesta sugiere reducir el número de despidos previsto, pasando de 3.807 a 3.140 o, lo que es lo mismo, el 16% de una plantilla que ronda los 20.000 empleados. Además, el ERE, que ya está en vigor, se prorrogaría hasta el año 2015 basándose en prejubilaciones y bajas incentivadas.
A pesar de que el coste de la reestructuración experimentará un encarecimiento pasando de los 202 millones de euros presupuestados a más de 500 millones, la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) difundió ayer una nota en la que informaba de que el consejo de IAG, reunido en sesión extraordinaria, había decidido aceptar.
Así que ahora la pelota está en el tejado de los sindicatos, que deberán dar su respuesta entre hoy y mañana, una vez lo hayan consultado con sus bases en las respectivas asambleas. Si dan el sí se beneficiarán del recorte en los despidos pero a cambio tendrán que asumir unas rebajas salariales en torno al 7% para el personal de tierra y al 14% para el de vuelos, así como la congelación de las retribuciones por antigüedad y del IPC de 2012.
También las medidas para aumentar la productividad y ampliar las atribuciones del personal que quede en plantilla.
Si finalmente hay acuerdo, el Gobierno -y, en el fondo, todos los viajeros- podrán respirar porque se salvará la Semana Santa, amenazada por la huelga.
