Los casos de agresión física entre estudiantes del Centro Educativo Santa Marta, ubicado en Las Flores de Cristo Rey, preocupa a directores, vecinos y maestros del plantel, quienes buscan afanosamente una salida eficiente ante esa situación.
El incidente más reciente ocurrió el pasado 14 de marzo, protagonizado por una alumna de 14 años, quien hirió con una hoja de afeitar en el cuello y el pecho a otra de 13, por reclamarle que le pagara un refresco; el suceso pudo ser fatal, ya que a la agredida solo le faltó un centímetro para cortarle la vena aorta. Recibió una sutura de 30 puntos.
Ante ese hecho, la dirección decidió trasladar a la agresora a otro plantel y brindarle ayuda psicológica a la víctima hasta cerciorarse que haya superado algunos indicadores detectados.
Otra escena similar aconteció en el 2009, cuando un estudiante de 7 años laceró con una navaja a un compañero de su misma edad, porque no quiso devolverle un lápiz, también fue necesario una sutura de 10 puntos.
Asimismo, en el 2010, dos niñas tuvieron una pelea en la que salieron arañadas, entre las medidas asumidas por la dirección estuvo la de cortarles las uñas a ambas y suspenderlas, pero con trabajos asignados.
Todas estas escenas de violencias obligaron a establecer un sistema de vigilancia, el cual estará a cargo del profesor del aula, debido a que conoce con mayor precisión la conducta de los menores y la otra parte les corresponde a los progenitores.
En ese sentido, el director de la escuela Santa Marta, Anatacio Ogando, pidió a los padres involucrarse en el proceso de supervisión y orientarlos sobre el peligro de portar armas blancas.
“Esto debe ser un trabajo mancomunado, pues por más que revisemos las mochilas, hay muchísimos lugares y partes del cuerpo donde se puede esconder un objeto cortante.
Además, existen testimonios de escolares a quienes se les ha quitado destornillador y otras herramientas punzantes y confiesan que sus padres se los han entregado para que se defiendan. De esta forma no podemos atacar ese mal”, manifestó Ogando.
Mientras que los vecinos del lugar opinan que la escuela requiere de la presencia de un policía escolar en la tanda vespertina, para controlar el desorden que se forma en la entrada y salida, aprovechado por el estudiantado para hacer sus travesuras.
La escuela imparte docencia desde preprimaria hasta 8vo grado y cuenta con una matrícula de 920 estudiantes, repartidos en 410: tanda vespertina y 510: matutina, en tanto que la nómina de profesores es de 17, en la mañana y 13, en la tarde.
Santa Marta recibe estudiantes de Los Guaricamos, Villa Mella, Los Cartones, La Cuarenta, Hoyo de Chulín, Capotillo, La Zurza, Sabana Perdida, Villas Agrícolas y diversos barrios de Cristo Rey.
Carencias
No solo la violencia afecta al recinto estudiantil Santa Marta, sino también la sobrepoblación, que impide un ambiente apropiado para el aprendizaje; asimismo, provoca inconveniente al momento de recreo y de realizar deportes.
“Para remediar esa problemática se determinó que los aprendices de preprimaria salieran 15 minutos antes, para después ceder el área a los de primaria, a fin de que todos tengan su tiempo de distracción”, expresa la maestra Ana Iris Tavares.
Otras necesidades latentes lo es la falta de biblioteca, salón multiusos, laboratorio de Informática, cancha deportiva y la construcción de un pasillo que comunique los dos pabellones, necesario para supervisar a los escolares.
A todo ello se suma que en el segundo y tercer nivel del plantel no cuentan con baños, lo que provoca la circulación constante de los menores en pasillos y escaleras.
“Tenemos además la dificultad de que la puerta de salida queda en la parte trasera de la escuela, en una calle muerta, la cual es propicia para el hacinamiento y la confrontación”. Destaca el director.
Libros de textos
En cuanto al contenido de los libros de textos usados en la escuela Santa Marta, la coordinadora de esa área, Aridia López, entiende que al correspondiente a Lenguaje, le hace falta más actividad. Así también calificó de pobre el conocimiento que ofrecen los materiales de 4to y 8vo grado.
“El de Moral y Cívica se quedó atrás, no es ni la sombra de lo que antes se enseñaba. Además, en las Pruebas Nacionales plantean temas que no son tratados en los compendios”, aclaró la educadora.
Aunque el Centro Educativo Santa Marta no pasa por sus mejores momentos, el director Anatacio Ogando confía en que todo lo sucedido ayudará a fortalecer la seguridad y enseñanza del plantel.
Violencia permea Escuela Santa Marta de Cristo Rey
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