En apenas unas dos semanas, entrará en vigor el acuerdo recién anunciado entre México y Brasil de eliminar el requerimiento de visado para viajes de corta duración, una medida que esperan contribuya a incrementar los flujos turísticos y el intercambio comercial entre ambos territorios, según han reiterado las cancillerías de esos países, que informaron que se trabaja en estos momentos en la preparación e información a las respectivas autoridades migratorias.
Este importante convenio se deriva de encuentros previos sostenidos entre el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto y su homóloga de Brasil, Dilma Rousseff Coimbra, durante la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), celebrada el pasado mes de enero en la ciudad de Santiago de Chile, donde ambos mandatarios se trazaron la meta de trabajar con más fuerza por estrechar la relación bilateral entre sus naciones.
Según refirió días atrás la secretaria de Turismo de México, Claudia Ruiz Massieu, aunque la supresión aprobada sólo cubre viajes con una estancia de hasta 90 días, y a partir de ese tiempo se precisará de un permiso especial, esta apertura facilitará mucho más el acceso para los vacacionistas y los hombres de negocios.
De hecho, la directiva recordó que aunque la exigencia de visado para ciudadanos brasileños estaba vigente en su país desde el 2005, hace tres años que se comenzaron a aplicar mecanismos de facilitación migratoria a los viajeros de ese mercado que contaran con visa de Estados Unidos
A partir de dar ese paso, y de implementar el Sistema Informático de Documentación Migratoria y el Sistema de Autorización Electrónica, que permitían obtener permisos de viajes de manera mucho más práctica, el turismo brasileño comenzó a crecer en los principales destinos mexicanos.
Así lo revelaron cifras de la propia de Secretaría de Turismo que registran que entre 2010 y 2011 el número de visitantes brasileños en el territorio de esa nación se incrementó en un 66,8%, con un total de 196 mil arribos de esa procedencia, tendencia que se mantuvo en 2012. No por gusto, el sector turístico local comenzó a reclamar medidas que facilitarán aún más las llegadas desde este emisor, identificado ya como uno de los más activos en Sudamérica en materia de viajes y gasto.
Por la parte de Brasil, el presente acuerdo también significa una carta de triunfo en su propósito de ganar más turismo y la atención de posibles inversionistas desde México, de cara a la Copa Mundial de Futbol de 2014 y a tres años de los Juegos Olímpicos, que se celebrarán en Río de Janeiro.
En materia de intercambio comercial, la medida supone la existencia de una ventana más amplia y de muchas nuevas oportunidades para reforzar una relación, que parece tener un futuro igualmente prometedor.