Voluminosas cifras hablan de las ganancias obtenidas por el macabro negocio del tráfico ilícito y la trata de personas, sobre todo de mujeres y niñas. República Dominicana se ubica, junto a Brasil, Tailandia y Filipinas, entre los países que más aportan a dicho comercio y el 24% de los territorios del mundo han sido escenarios de la explotación sexual de criollas en tránsito, o establecidas allí, en las últimas décadas, tal y como revelan datos ofrecidos por el material titulado: “El tráfico ilícito y la trata de mujeres dominicanas en el exterior. Realidades y Lineamientos de Políticas Públicas”, realizado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), y la Asociación Tu, Mujer.
La trata humana implica una supuesta contratación de personas, llevadas desde territorios con economías pobres a otros, donde las someten al ejercicio de la prostitución y trabajos generalmente inhumanos. Está considerada “esclavitud de los tiempos modernos”, tal y como la denominó el secretario general de la ONU.
Lo peor de todo es que pese a algunos esfuerzos y legislaciones ofrecidas por organismos internacionales, ONU, OEA, Amnistía Internacional, entre otros, y por gobiernos e instituciones, el fenómeno ha ido cobrando fuerzas, sin que se hayan asumido medidas concretas y exterminadoras del mal.
“El tráfico ilícito y la trata de mujeres dominicanas en el exterior. Realidades y Lineamientos de Políticas Públicas”, presenta en su contenido, riquezas, hallazgos y retos, que posibilitan profundizar en esta penosa situación que ha involucrado a dominicanas en el comercio sexual en más de 66 países del orbe. Sus recomendaciones deben servir como pautas al Gobierno dominicano, en la implementación urgente de políticas públicas que, en coordinación con el resto de los ministerios, instituciones, ONG y todas las entidades implicadas, impedirán que este fenómeno siga tomando fuerzas.
Poner fin a este crimen
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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