La tecnología de impresión en 3D está irrumpiendo fuertemente en el campo de la medicina, beneficiando a pacientes que necesitan prótesis faciales para cubrir cicatrices causadas por accidentes o enfermedades.
Recientemente, médicos británicos usaron precisamente una impresora de este tipo para cambiarle la vida a un paciente residente en la pequeña ciudad de Waltham Abbey, a 24 kilómetros de Londres.
Eric Moger, de 60 años, recibió una prótesis facial para cubrir una gran cicatriz en el lado derecho de su rostro, causada por un tumor maligno diagnosticado hace cuatro años.
Fue la primera vez que se utilizaba en Reino Unido una impresora 3D con este fin, una tecnología capaz de generar todo tipo de objetos tridimensionales diseñados y modelados en computador.
«Esta es una máquina que cuenta con herramientas láser para cortar, esculpir y amoldar piezas de plástico, silicona, nylon así como metales como el titanio, con mucha más precisión y rapidez», explicó a BBC Brasil el cirujano y dentista Andrew Dawood, responsable del proyecto que desarrolló la prótesis de Moger.
Nueva vida
Para Eric, el cambio no fue únicamente estético sino funcional.
«Utilizamos tres técnicas diferentes para obtener el nuevo rostro de Moger»
Andrew Dawood, cirujano
La prótesis, que se ajusta perfectamente al rostro, permite al paciente llevar a cabo un movimiento maxilar adecuado para comer e ingerir líquidos. Antes del procedimiento, Moger se alimentaba a través de un tubo directamente conectado a su estómago.
No fue solamente la salud de Eric lo que mejoró con la nueva prótesis, sino que también lo hizo su vida social tras la cirugía.
«Ahora tengo planes de celebrar un casamiento, que tuvo que ser cancelado cuando descubrí el cáncer. No puedo esperar para casarme y rehacer mi vida», dijo el paciente al diario The Sunday Telegraph.
Avances
Imagen en 3D del paciente Eric Moger.
Después de someterse a la agresiva cirugía que le salvó la vida, el cirujano a cargo de su caso, Nicholas Kalavresos, del University College London, encaminó a Eric para que le colocaran la prótesis facial.
Kalavresos consideró que las cirugías plásticas tradicionales no quedarían bien, sobre todo después de varias sesiones de quimioterapia y radioterapia que volverían la piel inadecuada para tal procedimiento.
Modelo de rostro de Eric Moger producido en nylon.
Así es como Eric terminó en manos del cirujano y dentista británico Andrew Dawood, quien lideró la producción de la prótesis a partir de un modelo digital del cráneo del paciente.
La gran diferencia entre la prótesis de Moger y otras más convencionales reside en la precisión con la que la silicona y los demás materiales se cortan y se amoldan para que se ajusten perfectamente al rostro del paciente y den la impresión de ser una «cara».
«Utilizamos tres técnicas diferentes para obtener el nuevo rostro de Moger: un rayo x digital, una tomografía computarizada y un programa de modelaje tridimensional. Eso nos dio la precisión necesaria para que la impresora 3D pudiese recrear un modelo perfecto del cráneo del paciente y, posteriormente, de la prótesis», explicó Dawood.
Otra ventaja de la técnica está en la rapidez y mayor confort, ya que «el método tradicional es más lento y exige la creación de diversos moldes faciales hechos con yeso y silicona aplicados directamente en el rostro del paciente».
Desafío
Hace poco más de dos años, Dawood decidió aceptar el desafío de utilizar por primera vez un proceso llamado de impresión 3D, hoy bastante diseminado en la industria para la producción de objetos que van desde piezas de automóvil a componentes de televisión.
Utilizando una máquina de resonancia digital, el rostro de Moger fue digitalizado milimétricamente y, posteriormente, proyectado en un modelo en 3D en un computador. Después de ese procedimiento, se usó la impresora 3D para fabricar en nylon un molde de la cabeza del paciente con todas las características faciales de Moger tras la retirada del tumor.
Fue a partir de ese molde, que Dawood pudo recrear una estructura en titanio para recomponer el hueso del área afectada y diseñar una prótesis de silicona que imita la piel humana para cubrir la superficie del rostro de Moger.
El resultado fue tan sorprendente, que Eric no sólo ha reiniciado sus planes de boda sino que dice salir de casa más frecuentemente a pasear con su novia, Karen Hunger.
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