El boxeo filipino ha caído en crisis

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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México.- El brillo al que el boxeo filipino había estado acostumbrado desde hace casi una década ha encontrado qué le haga sombra y suponer, tras las inesperadas derrotas de sus ídolos, un alto en el camino que invita a reflexionar sobre si el arte de fistiana tagalo ha entrado en crisis.
 
La forma casi cómoda con la que Guillermo Rigondeaux doblegó a Nonito Donaire, considerado sucesor de las glorias de su también figura Manny Pacquiao, levantó preocupación en Filipinas que no ha tenido una nueva figura, y las que han salido, poco a poco han sido destronadas por otros cubanos o mexicanos.
 
Tras la derrota de Pacquiao a manos de Juan Manuel Márquez en diciembre pasado, el camino hacia el estrellato que esperaba Nonito se limpió, pero en él se encontró con un Rigondeaux inspirado que le desarmó y provocó una nueva noche triste, que bien se podría sumar a la caída de Brian Viloria, a quien los tagalos hacían suyo y también fue destronado por Juan Francisco ‘Gallo’ Estrada la semana pasada.
 
Pacquiao cayó en 2012 por primera vez en siete años, Donaire lo hizo tras casi 12 años sin conocer el sabor de la derrota, Viloria fue destronado luego de tres años de fulgor, Michael Farenas fue doblegado por Yuriorkis Gamboa y Mercito Gesta por Miguel ‘Títere’ Vázquez. ¿Hay crisis?
 
Por ahora, el boxeo filipino sigue sostenido con pinzas, tres Campeones en las categorías de peso Mínimo y Minimosca en las personas de Merlito Sabillo (Paja OMB), Donnie Nietes (Minimosca OMB) y Johnriel Casimero (Minimosca FIB), de ahí en fuera, nada más.
 
Sin embargo, todo mundo sabe que la elección correcta de un buen rival para Manny Pacquiao, quizá la oportunidad de una revancha contra Tim Bradley o Juan Manuel Márquez, así como una nueva incursión, ahora en peso Pluma, para Nonito Donaire ante peleadores más parados, podrían devolverse ese fulgor al que el pueblo tagalo había estado acostumbrado a ver desde hacía mucho tiempo.
 
Por lo pronto, el boxeo filipino está golpeado, y ahora muy adolorido por la caída de Donaire.