La Biblia dice…

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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El conflicto generado entre la Iglesia Católica y Asociación Dominicana Pro-Bienestar de la Familia (Profamilia).
 
por la difusión de una campaña educativa sexual, mediante diferentes medios de comunicación, dirigida especialmente a niños, niñas y adolecentes, ha encontrado opiniones divididas a favor y en contra en los diferentes sectores de la vida nacional, y será el próximo día 20 que se conocerá el sometimiento hecho contra la organización no gubernamental.
 
De un lado, los abogados de la Iglesia, Edwin Grandel y Carmen Luisa Martínez, arguyen que “la campaña acerca de los derechos sexuales y reproductivos de los niños, niñas y adolescentes fomenta que se viole el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte, como lo establece la Carta Magna. Así como su derecho a la dignidad en el respeto y uso de la imagen pública de los menores de edad”.
 
Por su parte, Profamilia, en la declaración a los medios de comunicación, reiteró “la necesidad que existe en la República Dominicana de un Estado de Derecho equitativo, participativo e inclusivo, que garantice a la ciudadanía el respeto y el ejercicio de sus derechos humanos”, y en tal sentido reflexionó sobre la realidad social dominicana y “la desventaja y el atraso en que se encuentra el país en materia de salud sexual y salud reproductiva”, hecho que motivó la campaña en cuestión.
 
Voces como la del vicepresidente ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), Servio Tulio Castaños, se han alzado para valorar positivamente la campaña de Profamilia y han recordado que: «Más del 50% de los embarazos son de adolescentes, por lo que en los próximos 20 años tendremos más del 50% de hijos que posiblemente no tengan padres y se desarrollen sin un concepto de familia».
 
República Dominicana requiere de políticas del Estado que promuevan el derecho a una “educación sexual integral, científica y oportuna”; no discusiones inválidas que ocupen el tiempo de quienes debían forjar disciplinas que coadyuven a solucionar esos problemas que azotan como epidemia, incluyendo muertes maternas y muchos males más que pueden evitarse con educación sistemática.
 
La propia Biblia (*) aconseja “…educar a los niños y niñas en el respeto mutuo, hacerlos crecer en la conciencia de la igualdad de derechos y responsabilidades y, sobre todo, formar desde muy temprano la conciencia de aquella dignidad que tanto él como ella tienen delante de Dios y de los hombres”.
 
(*) La Biblia de Nuestro Pueblo. Biblia del Peregrino. América Latina. VI Edición, 2006.