Un nuevo estudio reafirma los beneficios que puedes obtener si agregas un puñado de frutos secos de cáscara dura (nueces) a tu dieta. Y lo que es mejor, ha detectado que cuando estos acompañan una dieta saludable ayudan a mantener el peso adecuado. ¿Te animas a probarlos?
Las nueces, las almendras, los cacahuates (maníes) y las avellanas son sólo algunos de los frutos secos de cáscara dura que pueden hacerte agua la boca, tan sólo pensando en ellos. Se les llama frutos secos porque en su parte comestible poseen menos del 50% de agua. A pesar de su elevado contenido de lípidos (grasas), ofrecen una composición atractiva desde el punto de vista nutricional, ya que son ricos en ácidos grasos no saturados, que tienen beneficios para la salud.
Por eso, durante los últimos años, cada vez más estudios y publicaciones se han ocupado de los frutos secos y han dado a conocer distintos beneficios de los frutos secos, por ejemplo para la salud del corazón o para la fertilidad del hombre. Como contrapartida, los frutos secos siempre han sido conocidos por su alto contenido de calorías, que podría atentar contra cualquier dieta para bajar de peso o mantener el peso deseado.
Ahora, un nuevo estudio desarrollado por unos investigadores del Instituto Universitario de Investigaciones en Atención Primaria Jordi Gol de Tarragona, en España, ha reafirmado los beneficios de agregar un puñado de frutos secos en las comidas diarias y demuestra que si se los consume dentro de una dieta saludable y variada no contribuyen al sobrepeso.
Para llegar a estos resultados, que fueron publicados en el medio especializado American Journal of Clinical Nutrition, los investigadores combinaron la información de 31 ensayos clínicos internacionales y descubrieron que existía muy poca diferencia en el peso o la circunferencia de la cintura, entre grupos que siguieron una dieta normal y aquellos que siguieron una opción enriquecida con frutos secos.
