Es oportuna la ocasión para una vez más estar celebrando comercialmente el mes del ser más importante que tiene cada quien, nuestras madres. Muy bien los regalos del último domingo de mayo como se festeja en Dominicana y también el dinamismo económico que representa este acontecimiento social pero recalco que de ellas deben ser todos los días tanto en palabras como en acciones.
Las madres tienen el amor grande, verdadero, la ternura y la abnegación, siempre los buenos hijos tienen el agradecimiento hacia la persona que su afán y tiempo era vernos crecer sano así como llegar a obtener un título profesional y más que todo que en el mundo podamos ser hombres y mujeres de bien, razón que hacen que cualquier madre sienta el orgullo y satisfacción del fruto que salió de sus entrañas.
A continuación una historia hermosa a través del argumento resumido de la película “Bajo una misma luna” se debiera hacer más producciones de este tipo. Les informo que el presupuesto de este rodaje fue de 500 mil dólares y recaudo 23 millones. Este montaje de drama y aventura es dirigida por la mexica Patricia Riggen. Cuando terminen de leer el artículo busque su DVD y vea la historia bien adecuada para estos días.
La película cuenta la historia de Rosario (Kate del Castillo), una madre que emigra ilegalmente a los Estados Unidos, y su hijo de nueve años, Carlitos (Adrián Alonso). Rosario y Carlitos no se han visto en cuatro años, ya que Carlitos tenía cinco años. Rosario, que ahora vive en Los Ángeles, California, llama a su hijo, (aún en México), todos los domingos. Carlitos vive en un pequeño pueblo mexicano con su abuela enferma y su tía opresiva y tío, que lo mantendrá con el fin de obtener el dinero que envía Rosario. Un día, Carlitos se encuentra con dos transportadores de inmigrantes (coyotes), Marta (América Farrera) y David (Jesse García), que ofrecen para el contrabando de niños pequeños a través de la frontera. Cuando su abuela muere, Carlitos decide que no puede vivir con su tía y su tío, encuentra a los dos coyotes. A pesar de que con éxito cruza la frontera sin ser descubierto, el coche en que se esconde es retirado por la grúa es separado de los dos coyotes. Después de conseguir separarlos, Carlitos sigue el viaje, con el tiempo ayudando a otros inmigrantes ilegales que recogen tomates. Sin embargo, la policía de inmigración hicieron una prueba de allanamiento del edificio, y casi todos los trabajadores son atrapados o escapan, dejando sólo a Carlitos y otro trabajador llamado Enrique (Eugenio Derbez). Enrique inicialmente se niega a ayudar a Carlitos, pero pronto crece un vínculo con él. Enrique y Carlitos viajan a la ciudad tratando de localizar una cabina de teléfono para que Carlitos llame a Rosario, pero no tienen éxito. Un día, Carlitos está durmiendo en una banca del parque, Enrique lo deja y va a comprar alimentos, Carlitos es descubierto por la policía, quienes casi lo capturan, pero Enrique les arroja comida a los oficiales, provocando a los agentes que comienzan a perseguirlo. Carlitos logra escapar, pero Enrique es capturado. Carlitos huye y por coincidencia se detiene en la parada de autobús del que su madre lo llamaba. Él la ve en la calle en el teléfono público, se reúnen al fin.
