Tito Sanjurjo, gerente general de EGE-Haina y Marco de la Rosa, presidente de AES-Dominicana, objetan la iniciativa que ha tomado el Gobierno a través de la Corporación de Empresas Eléctricas del Estado de llamar a licitación, como lo ha hecho, para la construcción de dos plantas a carbón de 300 megavatios cada una, argumentando que el enfoque debe estar en la eficientización de las distribuidoras.
Para ellos, el déficit de la industria eléctrica se resuelve con tres aspectos, mejoría de redes para reducir el nivel de pérdidas de distribución; incremento de las cobranzas, evitando que una parte de los clientes del sistema reciban el servicio sin pagarlo, y cero subsidio, dejando sobre el peso de los usuarios que pagan el costo real de la electricidad, es decir que en vez de buscar todos los años más de 1,500 millones de dólares para alivianar la carga de los clientes cumplidores el Gobierno deje que les caiga encima para que los termine de aplastar.
Que Dios bendiga las madres de los señores generadores de electricidad, que prolongue la vida en salud de las que aún viven, y les proporcione un descanso de paz ininterrumpida a las que han hecho el viaje postrero, y que las libre de las imprecaciones que surjan al momento en que a los clientes se les ponga al corriente de los deseos de sus hijos.
Es cierto que la crisis no es solo de generación, pero es su principal componente, porque fue un parque de generación que se creó y amplió siempre en situaciones de emergencia que obligaban a echar manos de lo que aparecies, lo que hizo que la industria se fuera amarrando a contratos negociados a punta de pistola, y por más eficiente que sea una distribuidora, lo que recaude no le será suficiente para pagar la generación a los costos actuales.
Danilo Medina dijo en su campaña que necesitamos un parque de generación frío para poder renegociar sin presión, que el generador sepa que está negociando en un mercado en el que existen reservas estratégicas, que se transforma, eficientiza y abarata, o sale del negocio, y nadie hace eso último.
Tienen razón los generadores al citar como parte del hoyo financiero las pérdidas de distribución, las deficiencias administrativas y la cultura de no pago, pero todo esto pasa por procurar un servicio con costos llevaderos.
El Gobierno debe recibir todo el apoyo de la ciudadanía en la iniciativa de incrementar la oferta de generación con opciones más económicas, como es en este caso la del carbón, porque tan pronto entren en operación pudieran estarle ahorrando al país 500 millones de dólares anuales, se estaría conjurando una tercera parte del hoyo actual, ahí sí que tendrá mucho mejor efecto la focalización por la que abogan los generadores.
No somos los únicos en ese camino, en estos momentos se ejecutan en el mundo 1,199 proyectos a carbón de los cuales 550 (46%) son estatales y las tecnologías han evolucionado para lograr que se pueden ejecutar con los estándares internacionales de emisiones ambientales más estrictos.