El pasado fin de semana en el Gran Premio de Mónaco, se extendió la polémica al hacerse públicos unos entrenamientos «secretos» que Mercedes realizó con el suministrador de neumáticos. La victoria de Nico Rosberg quedó eclipsada bajo las acusaciones del resto de equipos. La escudería alemana aprovechó la semana posterior al Gran Premio de España, para realizar unos entrenamientos de 1000 kilómetros en el circuito de Montmeló.
El suministrador italiano ha tenido que aclarar la situación y afirman que los entrenamientos realizados, simplemente fueron pruebas de desarrollo para la próxima temporada y en los cuales no se intentó favorecer a ningún equipo del campeonato.
Los neumáticos utilizados no eran del campeonato actual, sino que pertenecían a una gama de productos que todavía está siendo desarrollada. La utilización del monoplaza de Mercedes, fue el resultado de una comunicación directa con la FIA. Las pruebas se llevaron a cabo cumpliendo el contrato entre Pirelli y la FIA. Esta prueba se llevó a cabo con un compuesto que no será utilizado durante la temporada 2013. La prueba se llevó a cabo «a ciegas», por lo que el equipo no tenía información sobre lo que estaban probando, ni recibieron ningún tipo de información después.
Escuderías como Red Bull y Ferrari ya pusieron una reclamación ante la FIA y ahora será el Tribunal Internacional el que deberá aclarar si estos entrenamientos son legales como admiten las partes acusadas. En caso de que estas pruebas estén dentro del reglamento, los demás equipos podrían pedir unos entrenamientos similares.
