El vicealmirante Homero Luís Lajara Solá fue retirado de las filas de las Fuerzas Armadas –por antigüedad en el servicio-, en franca violación a la Ley Orgánica que la rige, vigente desde julio de 1978, a pesar de haber solicitado su retiro voluntario el pasado mes de enero; pero, ¿qué empujó al presidente Danilo Medina a tomar tan desacertada decisión?, sin dudas que fue motivado por malos políticos y militares que mantienen un empecinado recelo por el escalón que alcanzó uno de los, sin quizás, militares de mayor respeto dentro de las Fuerzas Armadas de la República Dominicana.
Lajara Solá, reconocido por salvar la honra de la Marina de Guerra en momentos turbios, fue retirado en el gobierno del PRD, mediante el decreto 240-03, del 12 de marzo del 2003, “por peledeísta” y ahora el PLD vuelve a hacer lo mismo, a través del mandato 152-13, del 28 de mayo del 2013: “En el fondo, mentiras perversas e intrigas manipuladas de los dos partidos. Eso indica que no fue nadie para los políticos, sólo para la Patria. El que le falló cuando tenía el mando en la Marina le clavó el sable justiciero, ese es el honesto Homero Luis”.
Lajara Solá acudió personalmente ante el ministro de las Fuerzas Armadas, Sigfrido Pared Pérez, el 30 de enero a entregarle la carta de solicitud de retiro, la cual fue tramitada al Palacio Nacional dos días después y que ahora se entera de su puesta en retiro «por antigüedad en el servicio», lo que colisiona con la ley orgánica de las Fuerzas Armadas, que establece en su artículo 205 los tipos de retiros, forzado y voluntario.
“El retiro es voluntario o forzoso: Es voluntario cuando se concede a solicitud de los interesados y forzoso cuando se concede por inutilidad física, razones de edad o por antigüedad en el servicio, determinándose como tiempo máximo en el servicio activo 40 años y 65 años de edad”, dice explícitamente la ley.
Lajara Solá no ha cumplido 40 años en las Fuerzas Armadas ni ha llegado a los 65 años de edad y que si él personalmente solicitó su retiro voluntario, no puede alegarse que es por antigüedad en el servicio.
Respetable y honores
El simple hecho de escuchar su nombre imponía respeto y disciplina en las Fuerzas Armadas. El vicealmirante Homero Luis Lajara Solá hace poco se desempeñó como Jefe de Estado Mayor de la Marina de Guerra y desde la posición logró adecentar la institución que tuvo la moral “muy baja” por mucho tiempo.
Su frontal lucha contra el narcotráfico, la corrupción y los viajes ilegales le hizo ganarse el respeto, inclusive, hasta del ciudadano Presidente de la República (2004-2012), Leonel Fernández Reyna, el cual estaba atormentado luego de la matanza de siete colombianos en Baní, hecho atribuido al narcotráfico internacional y en el cual se vieron involucrados varios oficiales de la Marina.
Mientras existe una larga lista de oficiales pedidos en extradición por los Estados Unidos, Lajara Solá mantuvo una buena relación con ese país, al punto de ser el único militar extranjero invitado por la prestigiosa Liga de la Unión de Filadelfia, Pensilvania, USA, a la conmemoración del 71 aniversario del ataque a Pearl Harbor, y a la entrega del premio Abraham Lincoln al almirante William McRaven, comandante de Operaciones Especiales de los EEUU.
McRaven fue quien dirigió la histórica Operación Neptune Spear, el 2 de marzo del 2011, en Pakistán, compuesta por 79 miembros de las fuerzas especiales de la Armada estadounidense, conocidas por sus siglas en inglés como Navy Seals, la cual culminó exitosamente con la captura y muerte en acción del jefe de la organización terrorista Al Qaeda, Osama Bin Laden.
El 27 de septiembre 2011, el vicealmirante, ahora en retiro, se convirtió en el primer militar extranjero distinguido en la historia con el Premio Tazón Liga de la Unión de Filadelfia: “Mientras unos son pedidos en extradición y otros se meten en cuevas asustados por sus lazos con el narcotráfico y el crimen organizado, hombres como Homero Luis enaltecen la República Dominicana, su bandera y el uniforme militar, siendo invitado a agasajos y distinguido por el Gobierno de EEUU. Eso debió reconocerlo el gobierno dominicano antes de tomar una decisión atroz que cercenara la carrera militar de un hombre serio y puro, que trabajo por el bienestar de la nación”, dijo una fuente a DominicanosHoy.
La preparación militar de Lajara Solá le permitió plantear, acertadamente, en su libro: “La Armada del Milenio, Bitácora de una Misión”, que el reto mayor de la Marina es diseñar una estrategia para la lucha contra el narcotráfico en el mar, para lo cual debe existir una infraestructura compuesta por la tecnología, los barcos y lanchas interceptoras, radares y sensores marinos, un recurso humano entrenado y con criterios éticos.
Labor en la Marina
Mientras Lajara Solá se desempeñó como jefe de la Marina de Guerra, ningún oficial superior, ni subalterno se vio involucrado en actividades delictivas: “Y eso es fácil de comprobar, la historia está escrita. A pesar de las precariedades con que se manejan las instituciones en países en vía de desarrollo como este, la Marina de Guerra, bajo las directrices de Lajara Solá, fue transparente y responsable, además, logró equipar con nuevas embarcaciones, equipos de radares y tecnología a sus unidades para combatir el crimen organizado”.
El vicealmirante ® Luis Homero Lajara Solá, exjefe de Estado Mayor de la Marina de Guerra, es calificado como uno de los hombre de línea dura con que cuenta el país para enfrentar exitosamente el narcotráfico y la corrupción en cualquier escenario.
Lajara Solá demostró en la Jefatura de Estado Mayor de la Marina de Guerra, luego que se destapara el sonado caso Paya, que no le tembló el pulso para enfrentar lo que él mismo definió como “lacras” que habían penetrado a esa institución militar.
Entre los principales objetivos adoptados por Lajara Solá durante su gestión en la Marina estuvieron: el bienestar del soldado y su familia, la capacitación y disciplina del marino, así como el combate al tráfico de tóxicos y el resguardo de las costas para proteger la nación.
“Lajara Solá siempre ha profesado su compromiso de enfrentar el narcotráfico y la corrupción; demostró que es disciplinado y que le preocupó la imagen de la Marina de Guerra. Ha sido reconocido en varias ocasiones por el Gobierno norteamericano”.
Lajara Solá ocupó diferentes posiciones militares, entre las cuales se encuentran dirigir el área de inteligencia de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), y asistente de ministros de Estado de las Fuerzas Armadas, entre otras.
En una breve conversación con el exdirector de la Escuela Naval de la Marina de Guerra, vicealmirante retirado Néstor Julio González Díaz, este afirmó que desde que vio a Homero Luis Lajara Solá entrar a la institución supo que llegaría lejos: “Cuando él y su hermano llegaron, le dije que sería almirante y que dirigiría la institución y así fue. Cuando lo nombraron fui a felicitarlo y él me recordó aquel encuentro”.
El militar es hijo del exjefe de la Marina de Guerra y la Policía Nacional, almirante Luis Homero Lajara Burgos y la actriz de teatro Monina Solá, de las más reconocidas en el país.
Sin dudas que las Fuerzas Armadas pierden un gran activo, más no la República Dominicana pues entendemos que por el orgullo para la nación que representa Homero Luis Lajara Solá debe seguir brindando sus servicios a la nación desde cualquier lugar donde se encuentre, y así será.