El vicealmirante ® Homero Luis Lajara Solá envió una carta de agradecimiento profundo a “ese proactivo y muy leído medio digital dominicano (DominicanosHoy), por el amplio reportaje desplegado en primera página, con que me honraron en esta semana, a raíz de mi retiro voluntario de las gloriosas Fuerzas Armadas Dominicanas, específicamente la Marina de Guerra, una profesión honorable”.
El pasado sábado, sorprendió a muchos la noticia de que el presidente Danilo Medina había puesto en retiro al exjefe de la Marina de Guerra, vicealmirante Homero Luis Lajara Solá, por antigüedad en el servicio, pero este informó que en su caso se ha cometido una arbitrariedad, porque él había solicitado voluntariamente ese retiro el 30 de enero de este año.
A continuación, comunicación enviada por Lajara Solá a DominicanosHoy:
3 de mayo, 2013
Sr. Periodista
Cristian Abreu
Jefe de Redacción
Periódico Digital “Dominicanos Hoy”
-Sus manos-
Distinguido Sr. periodista Abreu:
Después de saludarle, aprovecho la misma para en nombre de mi familia y el mío propio, por su digna mediación, agradecer profundamente a ese proactivo y muy leído medio digital dominicano, de manera muy especial a sus protagonistas anónimos, por el amplio reportaje desplegado en primera página, con que me honraron en esta semana, a raíz de mi retiro voluntario de las gloriosas Fuerzas Armadas Dominicanas, específicamente la Marina de Guerra, una profesión honorable.
El noble gesto de ese prestigioso periódico digital, destacando de manera espontánea-sin compromisos previos- mi desempeño profesional, junto a las actividades más sobresalientes en la Jefatura de Estado Mayor de la Marina de Guerra que me tocó comandar y rescatar del naufragio, con el apoyo de una pléyade de caballeros oficiales y valiosos alistados de los cuales me sentiré orgulloso toda mi vida, refuerza mi fe en un futuro promisorio para los dominicanos y dominicanas de buena voluntad, que son la mayoría.
En tiempos tan difíciles como los que hoy vivimos, donde los nuevos jinetes del apocalipsis: narcotráfico, corrupción, crimen organizado y la delincuencia común; fortalecidos por las fisuras del indispensable principio de autoridad, la falta de disciplina y temor a la sanción, en un mundo donde de manera peligrosa se inculcan antivalores alejados de Dios, que incitan al vicio, búsqueda de dinero fácil , rápido y sin esfuerzo, para combatir esos barcos piratas, que desde todos los litorales atentan contra la paz y el progreso de la familia dominicana, núcleo primigenio de la sociedad, se necesitan voces como las de Dominicanos Hoy, con valientes y capaces periodistas y articulistas de prestigio, que utilizan sus cañones de proa en la plataforma tecnológica actual, para informar, orientar y difundir principios y valores, con noticias, reportajes y testimonios actualizados, que confirman que si nos lo proponemos, podemos hacerlo bien, creando estrategias profesionales y funcionales, henchidas de valor y responsabilidad, inspiradas en la impronta dejada por Duarte, Luperón y demás próceres de nuestra libertad.
Ya en la vida civil, después de haber entregado los mejores años de mi vida al servicio de mi nación, manteniendo el respeto por los símbolos que preservé por tres décadas y casi un lustro, donde como manifesté en la misiva que entregué personalmente al ministro de las Fuerzas Armadas-y que DH difunde con precisión militar-solicitando mi retiro voluntario: “para servir a la Patria y vivir con honor y dignidad no se necesitan ni un quepis ni unas insignias”, auguro a las generaciones que constituyen nuestro relevo generacional, ya que todo en la vida llega a su fin, que naveguen en el mar de la institucionalidad, apoliticidad y el respeto a las leyes, donde el mérito, el desempeño eficiente y la honestidad, sean las únicas credenciales necesarias para progresar en la carrera militar, y que su entrega y sacrificio estén avalados con una auténtica seguridad social y un sueldo decente, que ofrezcan bienestar a sus familias, sin que se tenga, por necesidad, que denigrar la grandeza del uniforme, proceder que debilita su imagen, credibilidad y prestigio ante la sociedad.
Con sentimientos de consideración y alta estima.
