El sábado un finlandés volador dejaba a todos, propios y ajenos, con la boca abierta. No sólo se metía en Q3 por primera vez en su corta trayectoria en Fórmula 1, sino que lograba batirse por la pole y meter al siempre perezoso FW-35 en el Top 3 de la parrilla de cara al GP de Canadá.
Pero el sueño se esfumó más rápido de lo que llegó. Ya en la primera curva, Valtteri había perdido más de dos posiciones y en la primera vuelta ya estaba quinto, a pesar de defenderse con uñas y dientes frente al Ferrari de Fernando Alonso.
Habíamos esperado conseguir algunos puntos pero la degradación fue excesiva con los súper blandos, los cuales habían sido montados en el primer relevo por nuestros pilotos, lo que lastró nuestra carrera.
Las palabras de Mike Coughlan, director técnico de la escudería británica no consiguen maquillar el paupérrimo rendimiento del FW-35 que ya nació cojo y que parece que se le hará cuesta arriba lo que queda de temporada. Williams esperaba algo más…y la verdad es que no sólo ellos.
