Irse de vacaciones con su hija, nuero y nietos, disfrutar de la playa, el mar, la arena, un chapuzón en la piscina y unas cuantas fotos para figurear en el Facebook, es una experiencia inolvidable para Martha López, quien a sus 66 años tiene el ánimo y la intención de gozar de todo lo bueno que le rodea, tal como lo haría una persona más joven.
“Sin importar el qué dirán, porque a esta altura de la vida eso es lo de menos, lo que debemos pensar es en vivir esos momentos que dejamos atrás para dedicarnos a levantar la familia y si los hijos quieren darte esos cariñitos, por qué no aceptarlo”, aconseja López.
Realmente, los tiempos han cambiado. Antes, llegar a la tercera edad significaba detener todo lo que se hacía y convertirse en un mueble más de la casa, hasta que la muerte pasara a buscarlo; sin embargo, hoy en día esta etapa podría convertirse en la segunda edad de oro del ser humano, según vaticinan algunas investigaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El especialista Alexandre Kalache, quien fue encargado del Programa de Envejecimiento de la OMS durante 14 años, explica que anteriormente, ni siquiera existía la adolescencia porque se creía que los niños pasaban de aprender a leer a trabajar, y a una generación le tocó romper moldes e incluirla en la etapa de la vida. “Ahora nos toca a nosotros romper otro paradigma y poner la gerontolescencia”.
Kalache, quien es, además, el presidente del Centro Internacional de Longevidad de Brasil y asesor principal del Envejecimiento Global de la Academia de Medicina de New York, define la gerontolescencia como un nuevo concepto que precisa el periodo transitorio entre la adultez y la vejez, de unos 20 o 30 años, y que retrasa lo que se entiende hasta este momento como la tercera edad.
Este novedoso concepto ha creado revuelo y la OMS creó el Programa Ciudades Amigables con las Personas Mayores, el cual consiste en un proyecto internacional para ayudar a las ciudades a prepararse para dos tendencias demográficas mundiales: el envejecimiento rápido de la población y la urbanización creciente, tomando en cuenta que las estadísticas pronostican que los adultos mundialmente ascenderán al 22% en el 2050.
En un seminario celebrado recientemente por Ciudades Amigas, en Costa Rica, se debatió sobre el retiro laboral de personas mayores y otros temas inherentes a este, el cual genera opiniones a favor y en contra.
“Hay gente cronológicamente vieja, pero funcionalmente joven. Hace unos años, se pensionaban y un par de años después morían, pero ¿ahora?, ya las cosas no son iguales, ¿pretendemos que las personas pasen tejiendo bufandas durante 30 años? Tenemos que darles oportunidades de surgir”, planteó Ciudades Amigas.
República Dominicana
Según Index Mundy, en el 2012 la población adulta en República Dominicana en edades entre 15 a 64 años es de un 64%, con 3millones 251 mil 419 hombres y 3 millones 120 mil 540 mujeres. Mientras que en 2011 las personas con 65 años y más, ascendían a 6,5%, entre los cuales se calculan 300 mil 245 masculinos y 349 mil 458 femeninas, de una población general de 10 millones 88 mil 598 habitantes.
La Ley No. 379, que establece un nuevo régimen de Jubilaciones y Pensiones del Estado Dominicano para los Funcionarios y Empleados Públicos, indica que la edad de retiro es de 60 años, luego de 25 a 30 años de trabajo.
Sin embargo, después de esta edad, el gobierno no cuenta con programas para envejecientes, que les permitan invertir su tiempo libre en algo valioso para ellos y la sociedad.
“Mi madre envejeció en dos años más que en diez, después de su jubilación, no tenía nada interesante que hacer y terminaba los días sola en su hogar”, narra Xiomara Fuentes, hija única.
Pese al retiro, la vida sigue y lo mejor es contar con un proyecto personal para esta época de la vida y como Martha López “vivir la vida como si fuera una segunda oportunidad para disfrutarla”.
La segunda edad de oro
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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