El Cairo.- Los portavoces oficiales de la Presidencia y del Gobierno egipcio confirmaron este martes las renuncias a sus cargos, las cuales se suman a las de seis ministros, incluido el canciller, y del asesor militar general Sami Anan.
Una versión sin confirmar asegura que a la sesión del gabinete de hoy faltaron siete titulares.
Las del vocero presidencial, Ehab Fahmy, y el del gabinete, Alaa El Hadidi, son las más recientes deserciones del equipo del presidente Mohamed Morsi, quien asegura, apoyado por decenas de miles de seguidores volcados en las calles, que cumplirá el mandato para el que fue elegido en los comicios de mayo y junio del año pasado.
De su lado, la Hermandad Musulmana (HM, islamistas) instó a sus miembros a llenar las plazas y calles de Egipto para proteger al mandatario y la legalidad constitucional.
Los opositores, alentados por el ultimátum presentado horas atrás por los militares para que las partes en conflicto encuentren una salida a la crisis antes de mañana después del mediodía, siguen concentrados en la plaza Tahrir y frente al Palacio Presidencial.
Esta mañana los opositores mantienen una audiencia sustancial en la famosa plaza y frente a la mansión ejecutiva, pese a un sol de fuego y temperaturas superiores a los 35 grados a la sombra, constató Prensa Latina.
Los partidarios de Morsi, por decenas de miles, siguen en los alrededores de la mezquita de Rabaa Al Adawiya, en Medina Nasser (Ciudad Nasser, en árabe) y abrieron otro frente con miles de personas concentradas en la Universidad de El Cairo, en el distrito de Giza, próximo a las pirámides que son uno de los signos distintivos de Egipto.
Hoy a las 17:00, hora local, (15:00 GMT) expira el plazo concedido a Morsi por los opositores para que dimita o enfrente una campaña nacional de desobediencia civil, pero es improbable que hagan buena su advertencia ante la proximidad del plazo castrense.
Los disturbios detonados por el inicio de la campaña de los adversarios del presidente egipcio han detonado batallas callejeras en varias localidades del norte y el sur del país, en las cuales -según partes oficiales- han muerto 16 personas y casi 700 resultado heridas.
A diferencia de principios de 2011, cuando Egipto presenció protestas similares que desembocaron en el derrocamiento del expresidente Hosni Mubarak, en esta ocasión el Ministerio de Interior se declaró solidario con el pronunciamiento de las Fuerzas Armadas, factor que le da una mayor solidez y disminuye la posibilidad de choques cruentos.
