Prevenir antes que lamentar

Si la prudencia y la prevención sigue siendo dos de las virtudes destacada del actual gobierno del presidente Danilo Medina, las amenazas de sectores conocidos o amparados en las administraciones peledeísta, no deben concretar sus amenazas  contra la vida del colega periodista Fausto Rosario Adames.
 
Si esas cualidades antes mencionadas fueron utilizadas por el ex presidente Leonel Fernández para desmontar una trama similar contra el mismo periodista, es de lugar que se adopte esa misma decisión, porque un atentado contra un miembro de la prensa dominicana, levantaría una ola de indignación y repudio popular que puede arrasar en un instante toda esa imagen justamente ganada por el gobierno de Medina por aplicar su propio librito en el desempeño de sus funciones.
 
El gobierno del presidente Medina no se merece cargar con una víctima de ese ni de ningún otro calibre.
 
No obstante haber sido los gobiernos del PLD y en particular los gobiernos del ex presidente Fernández los que han cargado y soportado en nombre de una democracia y libertad de expresión antojadizamente entendida en muchos casos, los peores ataques en lo personal y lo institucional.
 
Tal parece que nadie se acordara de los peores atropellos a la prensa dominicana cometidos en su momento por la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo contra un Guido Gil, Ramón Marrero Aristy entre los más destacados así como el cierre de periódicos, o los años de las “fuerzas incontrolables del ex presidente Joaquín Balaguer que acabaron con la vida de Orlando Martínez, Goyito García Castro y Narcisazo, o en su momento los  de Jorge Blanco con el cierre de varias estaciones de radio o los más resonantes y vergonzosa conducta gubernamental durante el gobierno del expresidente Hipólito Mejía.
 
El fraterno amigo Fausto no es, no será, ni debe ser el Orlando Martínez de los gobiernos del PLD.
 
Esto nada tiene que ver con tener o no tener una menor o mayor valía intelectual o política, sino porque no se vive en el país desde hace muchos años una visible, temible e influyente cúpula policiaco-militar politizada, que como antaño por hacerse los graciosos con el régimen de turno, decapitaban a su antojo a todo el que consideraba lesivo no solo a sus intereses, sino al gobernante de turno así y todo que este tuviera poco que ver con una decisión tan descabellada.
 
Es por eso que confiamos en que el presidente Medina ya ha dispuesto actuar con la urgencia, prudencia y prevención que demanda este caso.
 
Esto no puede convertirse en un dolor de cabeza más para el presidente medina, ni de su gobierno, ni mancha indeleble para el PLD, ni página en blanco alguno para que luego la responda un fantasma.
 
Su mandato debe estar concentrado en resolver los problemas de pobreza, inseguridad ciudadana en general, energéticos y desempleo entre otros males cuya solución no pueden posponerse.
 
No se puede permitir que esas otrora fuerzas incontrolables no pueden  ni con el pétalo de una rosa a ningún comunicador o periodista de los que se explayan en su odio, envida y frustración sobre todo lo que huela a peledeísmo, porque nunca han hecho más que eso y eso al pueblo llano y sencillo no le interesa, pero una víctima como Fausto Rosario puede convertirse en un carga peligrosa y pesada.

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