Las relaciones comerciales entre República Dominicana y Haití han sido afectadas por las crecidas de los lagos Enriquillo y Azuei, donde oficinas de servicios de Aduanas y otras han desaparecido, al igual que la carretera internacional.
Rhina Féliz, quien leyó un documento en nombre de la Comisión Permanente para el Desarrollo Regional, la Red de Organizaciones No Gubernamentales y otras entidades, denunció la situación por la cual atraviesan las provincias Independencia y Bahoruco, debido a esta situación.
“Durante el periodo 2000-2011, los lagos Enriquillo y Azuei han venido aumentado su caudal, producto de un desequilibrio hidrológico, provocando las inundaciones de unas 350 mil tareas, que estaban dedicadas a la ganadería, agricultora y manejo forestal”, dijo.
Féliz indicó que estos predios pertenecían a 3 mil 829 familias que residían en localidades que bordean los dos acuíferos, donde la agropecuaria ha sido afectada considerablemente.
“Todo esto ha provocado que las relaciones comerciales con los hermanos haitianos estén afectadas, a través del mercado fronterizo de Jimaní y las infraestructuras de servicios”, apuntó.
Manifestó que la carretera que une a las localidades de la zona del lago Enriquillo, la carretera Internacional, Santo Domingo-Puerto Príncipe, se han destruido parcialmente.
Señaló que el Acueducto Regional del Suroeste (Asuro), también ha sido perjudicado, así como balnearios turísticos de esta región: “Todo esto puede provocar enfermedades tropicales por la situación reinante allí”.
Concluyó que producto de esta situación, se han incrementado los niveles de desnutrición de niños y niñas de menos de cinco años, con un 21 por ciento en la provincia Independencia.
