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Manny: «pasé por el fuego y vino la bendición»

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Manny Ramírez, quien ha ganado más de US$200 millones de dólares en su carrera, firmó este miércoles un acuerdo de ligas menores con los Vigilantes de Texas, que le reportaría menos de la mitad del salario mínimo de Grandes Ligas si consigue ser convocado al equipo grande.
 
Para Ramírez, sin embargo, los cerca de US$200 mil dólares que ganará con los Vigilantes es lo menos importante en esta etapa de su carrera, por lo que los donará a varias entidades caritativas y a la iglesía a la que pertenece.
 
«Me siento bendecido espiritualmente, no tengo palabras para describir lo feliz que me siento», dijo Ramírez a ESPNdeportes.com desde su hogar en Miami sobre el acuerdo con Texas.
 
«La Biblia dice que tenemos que ser pasados por el fuego para ver de que estamos hechos. Pasé por el fuego y vino la bendición, lo que está más lejos es lo que está más cerca», dijo Ramírez.
 
«[Mi salario] es el sueldo mínimo, pero para mí es hasta demasiado dinero», dijo Ramírez.
 
Ramírez, de 41 años, bateó .312 con 555 jonrones y 1,831 carreras impulsadas en 19 temporadas en Grandes Ligas antes de retirarse del béisbol en abril del 2011, después de cometer una segunda violación contra el programa antidopaje de las ligas mayores. El año pasado firmó un contrato de ligas menores con los Atléticos de Oakland y cumplió una sanción de 50 partidos en Triple A, pero se declaró agente libre cuando Oakland no lo convocó al equipo grande a mediados de la temporada.
 
Tras no recibir ofertas para jugar en Estados Unidos, Ramírez se marchó a la liga profesional de Taiwán, donde bateó .352 con ocho jonrones y 43 impulsadas en 49 partidos con los Rinocerontes de EDA. El jardinero solamente tenía contrato para jugar la primera mitad de la temporada taiwanesa.
 
Ramírez dijo este miércoles que se reportará hoy  jueves a Round Rock, la sucursal triple A de Texas, pero que no sabe exactamente cuando estaría jugando su primer partido. También dijo que los Vigilantes no se comprometieron a subirlo en una fecha determinada.
 
«Solamente lo sabe Dios. Voy a jugar y a ponerme ready», dijo.
 
«Solo tengo que ir, jugar y hacerlo bien como hice en Taiwán. No hay compromisos», dijo Ramírez.
 
«Tengo dos semanas sin jugar, tengo que coger la forma y esperar lo que me diga el manager y ver sus planes. Me imagino que se tomarán el tiempo que sea necesario», agregó.

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