El gobierno inició un plan para promover la superación personal de las trabajadoras sexuales, otorgándoles préstamos a través del programa Banca Solidaria (BS), en interés de que estas mujeres se conviertan en microempresarias y desempeñen otros oficios más dignos.
El financiamiento busca dignificar la vida de las beneficiadas, ofreciéndoles la oportunidad de abandonar sus actividades sexuales y, a cambio, dedicarse a operar o administrar sus propios negocios o pequeñas empresas.
Mayra Jiménez, directora de Banca Solidaria, hizo el anuncio durante la inauguración de una nueva oficina en San Cristóbal, donde el programa de asistencia y educación financiera para las trabajadoras sexuales inició con la inclusión de un grupo considerable de estas mujeres que ya recibieron sus préstamos.
Las beneficiarias han sido debidamente orientadas y motivadas por Banca Solidaria para que se dediquen a otros oficios en los que ellas tienen conocimiento y dominio, como son estilistas, repostería, confecciones, manualidades, producción de dulces, yogurt, elaboración de alimentos derivados de la harina y otras ocupaciones.
