El capo «más sanguinario» de México, Miguel Ángel Treviño, alias «Z-40», líder del cártel mexicano Los Zetas, fue capturado en un operativo militar, considerada esta acción “el principal golpe contra el narcotráfico del actual gobierno de Enrique Peña Nieto”.
La violencia y la narcomafia en que vive el país azteca han sobrepasado los límites geográficos de esa nación. Su anterior presidente, Felipe Calderón, hablaba de “la guerra de las drogas” y el cambio semántico del término, ya que su lucha no era sólo contra el narcotráfico- decía-, sino contra el crimen organizado que afecta a todas y todos los ciudadanos.
Estas reflexiones son igualmente válidas para República Dominicana, Estados Unidos y cada país receptor y puente. Aun cuando algunos cabecillas han sido “sacados del juego“, las estrategias contra el narcotráfico requieren una campaña permanente de prevención del consumo; pero, sobre todo, políticas de Estado. La corrupción, allá y acá es caldo de cultivo que fortalece las complicadas redes.
Nuevas tácticas hay que agregar en esta batalla que ha ocupado espacios de la vida pública. Tema central del debate en la tierra azteca y aquí también. El apresamiento de Ángel Treviño, Figueroa Agosto, Quirino Ernesto Paulino, Florián Feliz, entro otros, forman parte de “la guerra de las drogas”, multiplicada en violencias y hechos criminales que calando hondo, muy hondo, tal y como demuestran las realidades de estos días. Por lo tanto, a males mayores, curas superiores…habrá que seguir luchando contra el poderoso flagelo, muy fuertemente.
¿Vencer el narcotráfico?
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