Damasco.- Siria mantiene hoy su disposición de asistir sin condiciones previas a la conferencia internacional pactada para Ginebra con el objetivo de consensuar una solución política al conflicto armado por más de dos años.
Así lo aseguró el primer ministro, Wael al-Halaki, al reunirse el martes con Mokhtar Lamani, jefe de la Oficina del Enviado de la ONU en Damasco.
El gobierno sirio está abierto a todas las iniciativas internacionales que ayuden a poner fin a la crisis, a condición de no imponer condiciones o dictados externos, reafirmó el jefe de gobierno.
Explicó además que las autoridades y la ciudadanía siguen implementado el Programa Político, documento presentado en enero por el presidente Bashar al-Assad que plantea las etapas necesarias para lograr el restablecimiento de la paz mediante un diálogo entre las organizaciones políticas y la sociedad civil.
Al mismo tiempo, seguiremos enfrentando la guerra política, militar, económica y mediática financiada por potencias y países occidentales y de la región y sus bandas de mercenarios en el terreno, aclaró.
Al-Halaki recordó que el pueblo sirio posee una gloriosa historia y goza de un ilustrado pensamiento, secular y racional; de un Islam moderado y tolerante que impedirá a cualquier a cualquier país o fuerza del mundo intervenir en sus asuntos internos.
Insistió en que pese a la destrucción de un porcentaje significativo de la infraestructura nacional debido a los sabotajes de los grupos opositores armados y las unilaterales sanciones externas que han golpeado la economía, el pueblo se encuentra más decidido a afrontar los retos y lograr su supervivencia.
Exhortó asimismo a todos los funcionarios, medios de prensa y delegaciones que visiten Damasco a transmitir a la opinión pública mundial la verdadera imagen sobre lo que acontece en el país, sin confundir o distorsionar los hechos.
Alertó por último que las autoridades defenderán cada pulgada del territorio nacional y combatirán hasta la expulsión o eliminación del último terrorista que hoy permanece aquí.
Por su parte, el funcionario de la ONU convino en que la única solución posible para la crisis en Siria debe ser política, mientras condenó todo acto terrorista cometido por los irregulares y los mercenarios takfiríes (extremistas) contra el pueblo y el Estado sirio.
Lamani reconoció el papel del gobierno en la provisión de alimentos y servicios a todos los ciudadanos.
