La semana pasada le escribí una carta al presidente Hipólito Mejía; la cual fue ampliamente leída y comentada por quienes me dispensan el honor de leerme; resultando que algunos amigos me pidieron que era pertinente que en estos momentos por los que atraviesa el PRD también me dirigiera a Miguel Vargas; petición que gustosamente complazco:
Miguel Vargas Maldonado: Realmente no sé en que condición dirigirme a usted. Me parece que sería correcto nombrarle como expresidente del PRD; en el entendido de que como lo atestiguan documentos oficiales, ha concluido el periodo para el cual fue electo.
Abrazo mis dudas respecto a si usted desviará su “ocupadísima” atención para leer esta misiva, no por desconocerla; ya que puedo asegurar que la misma la leerán de inmediato los “comunicadores” asalariados suyos, que cuales sabuesos, hojean minuto a minuto los diarios, para mantenerlo “bien informado”.
Tengo el palpito repito, de que no me leerá; en el entendido de que mi nombre no le resultará familiar, y de entrada sabrá que formamos parte de los que defendieron con hidalguía las causas que usted sin motivos justificables abandonó; y que al sembrar usted su corazón de odio; resentimiento y miedos, no tendrá la capacidad ni el coraje para abrir su mente y espíritu y leer estas líneas.
Independientemente de lo expuesto; y muy a pesar mío, no puedo dejar de remitírsela; porque aunque usted no la lea, estoy seguro que la leerán muchos ciudadanos y ciudadanas comprometidos con los mejores intereses y que ven con dolor, pena y mucha vergüenza la manera en cómo ha terminado en sus manos, uno de los más genuinos instrumentos del sistema democrático del pueblo Dominicano.
Usted Sr Vargas; ha cerrado sus oídos, y su corazón a todos los sectores que se le han acercado, procurando un dialogo abierto y sincero. La iglesia, las organizaciones de la sociedad Civil, Partidos Políticos y todos los sectores sensatos, han reclamado que debe haber un entendimiento entre las partes envueltas; en el entendido de que preservar al PRD, es preservar el sistema de partidos políticos, que son la piedra angular del sistema democrático en el que hemos disidido vivir la mayoría de los dominicanos.
Su discurso del pasado viernes le puso la tapa al pomo, trazó la raya de Pizarro. Usted con su alocución no convenció a nadie. Para convencer y persuadir se necesita algo que a usted le falta: La razón y el derecho.
Entiendo que pudieras estar a tiempo de reflexionar, y entender que el Partido de gobierno usa a Miguel Vargas como caballo de Troya para su plan continuista; acuñan los peledeístas la frase obsesiva de Catón en su empeño de destruir a Cartago. Son estas horas Sr. Vargas, horas de pruebas en que siento que no debe primar el desatino. Pero si usted, con su visión tubular se empecina en mantener su obcecada intención, me permito hacer mía la expresión lapidaria de Orlando Martínez: ¿por qué, Ing. Miguel Vargas Maldonado, no se decide Usted a subirse en su avión privado o en su barco y desaparece definitivamente de este país junto a todos los que le han acompañando en el despropósito de destruir al PRD? Si así lo hiciera le haría un gran favor a la patria; y le aseguro que todos se lo agradeceríamos infinitamente.
Otra epístola; esta es para Miguel
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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