Propone integrar biodiversidad en políticas cambio climático

Tras advertir la urgencia de acciones para evitar la extinción de especies por el incremento de la temperatura, el vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático y el Mecanismo de Desarrollo Limpio (CNCCMDL), Omar Ramírez Tejada, propuso fortalecer el sistema de prevención, reducción y control de los impactos que incrementan la vulnerabilidad de los ecosistemas, en coordinación con los gobiernos locales.
 
Indicó que esa iniciativa deberá formar parte de las tareas para la construcción de políticas públicas sobre biodiversidad y cambio climático, una acción urgente si se toman en cuenta las conclusiones de estudios que han demostrado que de más de 40 mil especies estudiadas, 16,119 están en peligro de extinción por efectos del cambio climático, algunas de las cuales se encuentran en el país.
 
«Una ave de cada ocho puede desaparecer para siempre. Un mamífero de cada cuatro está amenazado. Un anfibio de cada tres puede dejar de existir. Ocho crustáceos de cada diez y tres insectos de cada cuatro están en riesgo de extinguirse. Vivimos la sexta crisis de extinción de especies vivas en la historia del planeta Tierra y, en esta ocasión, la tasa de extinción es 100 veces más acelerada que en los tiempos geológicos”, planteó.
 
El funcionario se refirió al tema al dictar la conferencia “Cómo traducir la información climática y los análisis de sus impactos sobre la biodiversidad en acciones de políticas”, durante el primer Simposio sobre biodiversidad y cambio climático, realizado recientemente en el Museo Nacional de Historia Natural “Prof. Eugenio de Jesús Marcano”.
 
Ramírez Tejada dijo que estudios realizados han detectado una correlación entre aumento de la temperatura y pérdida de diversidad biológica, y concluyen que la conservación de hábitats puede reducir la cantidad de dióxido de carbono emitido a la atmósfera.
 
Ante ese hallazgo, consideró necesario integrar el tema de la biodiversidad en los planes de mitigación y adaptación al cambio climático, identificar y conservar componentes de la biodiversidad que resulten más afectados y desarrollar mecanismos que permitan la adaptación de los ecosistemas naturales y su biodiversidad.
 
Respecto a la formulación de políticas públicas, dijo que los países insulares en desarrollo y los de Centro y Suramérica se enfrentan al reto de diseñar y aplicar políticas económicas, sociales y ambientales cónsonas con sus realidades como sociedades con legítimas aspiraciones de progreso y desarrollo.
 
En ese tenor, en adición a trabajar con los gobiernos locales, propuso hacer sinergia y coordinaciones de carácter multidisciplinario e interinstitucional, utilizar la modelación de escenarios y el ordenamiento territorial y ambiental como instrumentos básicos de planificación de las medidas de adaptación, y fomentar el desarrollo y la transferencia de tecnología que contribuyan a la adaptación de especies forestales y agrícolas a los efectos del cambio climático.
 
Entre las actividades de adaptación a realizarse, el vicepresidente ejecutivo del CNCCMDL citó recomponer y restaurar ecosistemas nativos, proteger y aumentar los servicios ecosistémicos, crear zonas de refugio y de amortiguación, establecer redes de áreas protegidas teniendo los cambios climáticos proyectados y promover la heterogeneidad del hábitat y del paisaje.
 
Finalmente, propuso fortalecer prácticas de manejo sostenible de los recursos naturales, fomentar especies productivas que permitan la adaptación al cambio climático, promover prácticas de gestión de riesgos y adaptación al cambio climático en las zonas turísticas y desarrollar las capacidades para las negociaciones internacionales en materia de cambio climático y educación del público.

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