Lima.- La Federación Médica Peruana ratificó que más de un centenar de jefes de departamentos y de servicios de los hospitales se aprestan a renunciar, ante la falta de solución a una huelga que cumple 22 días.
Sin embargo, asomaron posibilidades de solución, al ofrecer el Ministerio de Salud mejorar los sueldos de los galenos de los servicios estatales desde septiembre próximo y exigir que el compromiso sea presentado por escrito y con garantes.
El presidente de la federación que conduce la protesta, César Palomino, dijo que los jefes de los hospitales dejarán sus cargos, sin renunciar al empleo, lo que determinará que se rompa la cadena de mando entre el Ministerio de Salud y los médicos.
La ministra de Salud, Midori de Habich, al pedir que continúe el diálogo entre funcionarios de su cartera y dirigentes de la huelga, dijo que, de presentarse las dimisiones, los renunciantes deberán mantenerse en sus cargos, por ley, hasta que sean nombrados sus reemplazantes.
Añadió que la huelga no ha llegado al extremo del abandono de los pacientes -afecta fundamentalmente las consultas externas- y señaló que tal medida constituye un delito.
El presidente Ollanta Humala llamó bravuconadas los anuncios de los huelguistas de entrega de los hospitales y dijo que, en tal caso de abandono, el gobierno garantiza que seguirán funcionando.
El paro comenzó el 16 de julio en demanda de cumplimiento de un acuerdo de aplicar desde ese mes una primera mejora de salarios, compromiso firmado en octubre de 2012 tras otra huelga.
De Habich pidió paciencia a los médicos y aseguró que el gobierno establecerá una nueva escala salarial con mejoras sustanciales, desde septiembre próximo, pero dentro de lo que llamó una reforma integral de los servicios de salud para mejorarlos y servir mejor a la población.
Palomino consideró positivo que la Ministra haya dado una fecha y planteó que el compromiso debe consignarse por escrito y, ante el incumplimiento denunciado, con el parlamento y la prensa como garantes de su efectivización.
Entretanto, continúa una huelga, por un reclamo similar, de enfermeras del Ministerio de Salud, que ayer hicieron una vigilia en las inmediaciones de la casa del presidente Ollanta Humala para pedir atención a sus demandas.
Enfermeras vestidas de negro hicieron hoy una alegórica protesta, parodiando un cortejo fúnebre con ataúdes de cartón, por «la muerte de la salud pública», ante la Organización Mundial de la Salud, cuyos representantes recibieron a las dirigentes y ofrecieron abogar por la solución del conflicto.
