Mucha razón tiene el Presidente de la República, Danilo Medina, en mostrar preocupación por el alto índice de deserción escolar existente en el país, y comprometerse con incrementar las becas para jóvenes de escasos recursos económicos.
En el caso de las féminas, la nación enfrenta la realidad de que un 23 % de las embarazadas son menores de 18 años, lo cual incrementa el número de deserción escolar, que representa el 18 % de las causas.
Medina reconoce que la pobreza es el principal factor que da lugar al abandono de los estudios, tanto en hembras como en varones, debido a que un gran número de ellos y ellas deben irse a las calles a trabajar para llevar el sustento familiar y en el caso de las madres adolescentes para mantener a sus recién nacidos.
El jefe del Estado dominicano entregó cinco mil becas a quienes podrán cursar estudios en Estados Unidos y Europa, durante una ceremonia efectuada en el Palacio de los Deportes. Pero, las respuestas a la situación de vulnerabilidad trascienden a todo esto y van más allá: a la necesaria educación familiar y en las aulas; así como las políticas que condicionen la correcta utilización del tiempo libre; la acertada educación sexual y el acceso al empleo, así como la participación social y política de ese grupo poblacional que debe liderar el futuro de los destinos de la nación, misión que solo puede llevarse a cabo con la preparación oportuna y enriquecida como ameritan los nuevos tiempos.
Deserción
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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