Poco después de iniciarse el segundo mandato constitucional del Dr. Leonel Fernández, el 16 de agosto del año 2004, el que para ese entonces era considerado como el gran armador de ese y el anterior triunfo del PLD, del año 1996, Lic. Danilo Medina Sánchez, se aprestaba a preparar sus maletas para iniciar un viaje que tiempo después, terminaría colocándolo en la posición de presidente de la republica.
Pero para aquel momento, en el que con solo haber agotado unos pocos meses como secretario de la presidencia, cargo que había ostentado en la anterior gestión de Fernández, Danilo se preparaba para dar el que posteriormente sería el paso más trascendental de su carrera al renunciar de tan importante posición, en un gobierno que recién iniciaba su mandato.
Durante muchos años el hoy presidente de la república, había albergado la idea de construir una maquinaria estructural que le acompañaría al momento de tomar una decisión, por lo que trabajó de manera incansable en esa dirección, formando y posicionando a los cuadros que posteriormente le servirían de bajadero a sus aspiraciones.
Pero resulta que cuando llego la hora de tomar la decisión de abandonar el gobierno para iniciar su propio trayecto hacia la presidencia, pocos por no decir ningunos, decidieron recoger maletas y acompañarlo, pese a que vanagloriados del respaldo del que hasta ese entonces fue secretario de la presidencia, llegaron a escalar hasta la cúspide política de esa organización, como lo fue el caso de los que ayudados por las bondades del influyente político, consiguieron colarse hasta lograr un puesto en el respetado comité político morado.
Sin embargo, al momento de recoger las maletas, decidieron abandonar el barco del que emprendería el viaje, abandonándolo para seguir al lado de las mieles del poder que para ese entonces representaba una posición en el estado.
Danilo se marchó solo, o casi solo…, de su organismo solo le acompañó de manera categórica, el Dr. Carlos Amarante Baret, quien sin importar la posición gubernamental que para ese entonces ostentaba, salió al frente para dar la cara por quien más tarde sería traicionado por los mismos a los que él hizo políticamente.
Nadie de los que se enmarcaban dentro de su corriente, fue capaz de dar el paso y seguirlo, incluso, llegaron a decir que sus pretensiones eran erradas y que si presentaba una precandidatura contra Leonel, estaría corriendo el riesgo de cavar su propia tumba, prefiriendo ser llamados traidores antes de abandonar sus posiciones como funcionarios del gobierno.
No obstante a esa situación, la realidad de hoy es otra, Danilo es el presidente de la república, y los que no quisieron acompañarlo intentan ser los precandidatos del PLD, para las todavía lejanas elecciones del año 2016.
Francisco Javier García y Temistocles Montas, ya han expresado públicamente sus aspiraciones personales, ambos, Francisco Javier, como Temo, fueron señalados en el pasado como Danilistas, pero en aquel momento prefirieron no recorrer el camino del despojo personal, incluso, llegaron a los extremos no solo de no seguir a quien los encumbró, sino que también llevaron el látigo en sus manos, en el caso de Francisco Javier, que en la contienda interna del año 2007, entre Danilo y Leonel, fustigó y laceró al que durante muchos años lo aupó.
Pero el tiempo ha pasado, Danilo es el presidente de la nación, y cuando decidió buscar esa presidencia dijo: ¡Me voy…!. Desprendiéndose así, de la más encumbrada posición a la que se puede aspirar dentro de una administración gubernamental.
De igual forma, José Tomas Pérez, Radhames Segura y Franklin Almeyda, fueron despojados de sus posiciones en el gobierno, para que pudieran desarrollar sus propósitos de optar por una nominación presidencial dentro de su partido, asumiéndose con ellos una postura similar a la que en su momento el hoy presidente adopto.
Actualmente, ni José Tomas, ni Radhames, como tampoco Franklin, han expresado o formalizado sus aspiraciones para optar nueva ves por una nominación presidencial, en cambio, aquellos que ayer aplaudieron para que sean separados de sus funciones, todos los que aspiren a competir, tendrían que empezar a recoger sus maletas para comenzar a recorrer el camino que ya antes, Danilo recorrió.
En tanto que sería correcto que al igual como lo hizo Danilo, y como le hicieron a José Tomas, Radhames y Franklin, tanto Francisco Javier, como Temistocles, deberían renunciar de sus funciones, para que cada uno por su lado, empiece a transitar su viaje hacia lo desconocido.
A pesar que con la pésima valoración que les han dado las encuestas, de cara a una posible nominación presidencial, en las que ambos, tanto Temo, como Francisco Javier, registran una desafortunada puntuación de poco menos del uno por ciento porcentual (1%), lo que a nuestro juicio no les dará para llegar muy lejos.
Aun así, pese a todo eso, si ellos decidieron emprender ese reto, tendrán que saber que no solo de rosas estará lleno el camino, y que si Danilo renunció del gobierno, para ir en busca de su propia candidatura presidencial, ¿por qué ellos no?
