Como chivo sin ley circulan a diario por las calles y avenidas de República Dominicana los conductores del transporte público y privado, quienes suelen usar vehículos en mal estado y sin protección de ninguna índole, con lo que hacen caso omiso a la Ley 241-67 de Transporte Terrestre, que establece una serie de requisitos para garantizar un servicio de calidad a los usuarios.
En gran parte de las vías no es raro ver carros circulando sin luces frontales y traseras; sin direccionales, ni limpia vidrios; sin retrovisores, así como con carrocerías, neumáticos y asientos deteriorados.
Esa problemática es vista con importancia por la población que evidencia la falta de una política de Estado para enfrentar el caos y mejorar el servicio de tráfico en el país.
La Ley 241 -67 establece que la Dirección General de Tránsito Terrestre (DGTT), otorgue la Revista que permite la circulación a automóviles de motor, cuando certifique su buen estado y para ello éstos deben ser sometidos cada año a una rigurosa revisión de sus condiciones físicas.
Pero, la realidad es que los coches viajan en tan mal estado, que son auténticas “bombas de tiempo”. Muchos se preguntan cómo lo hacen en las narices de las autoridades llamadas a regularizar esta problemática.
Sin embargo, el director de Relaciones Públicas de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET), Roberto Lebrón, cuestionado sobre el particular, manifestó que esa entidad realiza operativos diarios, donde detienen e incautan autos a los choferes que viajan obviando las normas establecidas y añadió que en el canódromo hay una cantidad indeterminada de chatarras retenidas, cuyos dueños ni siquiera se han ocupado en ir a retirarlos.
Una agravante de esa situación es que ni la Policía Nacional ni AMET interviene cuando los vehículos son propiedad de instituciones gubernamentales.
La falta de supervisión de las autoridades llamadas a fiscalizar a los sindicatos del transporte y operadores de rutas es uno de los factores que hacen posible que en las llamadas horas pico se vean pasajeros colgando de las puertas de las guaguas, con lo que ponen en peligro la vida de los ciudadanos que utilizan ese servicio.
De acuerdo al artículo 178 de la referida Ley, toda persona tiene derecho a viajar seguro y cómodamente, disposición que sólo la cumplen, con rara excepción, las compañías privadas como Caribe Tours, Metro y Transporte Espinal.
De los casi 2.6 millones de unidades que tiene el parque vehicular de la República Dominicana, no se conoce con certeza cuántos satisfacen los requisitos de ley y revisión física y mecánica que le otorga el derecho de circular. “La realidad es que si se cumpliera con eso, serían sacados del paso casi la mitad de la matrícula existente en el país”, concluye Lebrón.
Requisitos
En teoría, la condición para otorgar la revista debe certificar el buen estado de los vehículos, a fin de que éstos no representen un peligro para la seguridad pública.
De acuerdo al artículo 110, la Ley 241 de Tránsito Terrestre, se establece que durante la pesquisa debe comprobarse el estado de las gomas, ruedas del guía y sus varillas, los frenos de servicio y de emergencia, asientos, luces, tubo de escape, silenciador y bocina. También verificar que disponga de un juego de herramientas para efectuar cualquier reparación urgente.
La DGTT inició recientemente el proceso de inspección anual de carros luego de más de dos años sin hacerse, lo cual involucró más de tres millones de propietarios en todo el país, proceso que estará vigente hasta el 31 de diciembre.
Luis Estrella, director de la DGTT, explicó que los automóviles y conductores que no cumplan con las condiciones para circular, no obtendrán “la revista, e inmediatamente que termine el plazo para otorgar el gravamen, los carros en malas condiciones o chatarras no podrán circular”, aseguró.
Entrevistado para el Multimedios DominicanosHoy, Estrella consideró que debe reformularse el criterio para la emisión de la revista, ya que actualmente solo se hacen las inspecciones técnicas de rigor que garanticen las condiciones de la carrocería del carruaje y no se toma en cuenta la parte mecánica.
En ese sentido, se mostró de acuerdo con una modificación al proceso, pues a su juicio debe realizarse una revisión mecánica en talleres certificados y autorizados por esta entidad, a fin de establecer una exhaustiva revisión que garantice el buen funcionamiento del carro y consecuentemente, el respeto a las disposiciones que deben existir en las vías.
