Pese a los excelentes resultados que arroja y dejará como legado el gobierno del presidente Danilo Medina, el Partido de la Liberación Dominicana no las tendrá todas consigo en las elecciones presidenciales del 2016.
No porque desde ahora algunos piensen que se desatarán los mil demonios en la escogencia del candidato presidencial o que los “tendenciados” del presidente Medina y el ex presidente Leonel Fernández afilan sus machetes unos por una posible reelección del actual mandatario o la vuelta al poder del doctor Fernández.
La lucha implacable vendrá desde esa oposición hoy dividida en parte del Partido Revolucionario Dominicano, o de las tendencias que lucha por el control de un disminuido Partido Reformista Social Cristiano o de cualquier frustrado aspirante aliado o no.
Y vendrá desde esas atalayas, porque saben que el actual gobierno, a menos que no sobrevenga una catástrofe natural de consecuencias imprevisibles o haya una súbita desaparición física de los actuales protagonistas políticos nacionales, tendrá un éxito resonante que desembocará en un nuevo triunfo del PLD y sus aliados en las urnas, porque serán los preferidos del pueblo dominicano.
Ese solo hecho provocará a su vez que toda la oposición y los que se sumarán a su carro, desaten al mismo tiempo una feroz campaña en contra de cualquiera que sea el candidato presidencial morado, pero ante todo, sobre sus hasta ahora dos principales líderes, el ex presidente Fernández y el actual presidente Medina.
Porque sepamos de una vez y por siempre todos los peledeístas, de todas las tendencias que el PLD “con su fábrica de líderes” y pronto cuatro exitosos periodos gubernamentales, con sus manchas por supuesto, es la organización política actual en Dominicana que desata la mayor envidia de políticos, intelectuales y cualquier otra figura que crea tener meritos y experiencia para haberlo hecho mejor.
Esa cruda realidad se viene avizorando en la mayoría de los medios de comunicación en donde moran las derrotadas tropas de voceros opositores que desde ya han comenzado la campaña electoral a destiempo a fin de tratar de exacerbar cualquier asomo de enfrentamientos dentro de las filas del PLD sobre todo cuando también a destiempo se comienzan a manifestar sus aspiraciones a la candidatura presidencial de esa organización.
Sin ningún género de dudas, que todo el que de manera directa o indirecta así lo ha manifestado tiene un bien ganado derecho, pero lo que nunca puede olvidar ninguno de ellos es que el PLD, su unidad, su fortalecimiento y misión está por encima de cualquiera y así lo dejó como legado su fundador el profesor Juan Bosch y queda de nuevo consignado en las propuestas que discutimos con motivo del 8vo Congreso Comandante Norge Botello y lo han demostrado en su práctica tanto el ex presidente Leonel Fernández como el actual presidente Danilo Medina.
Así que a las bases y dirigentes del PLD no nos queda más remedio que seguir esos ejemplos so pena de frustrar los anhelos que el pueblo dominicano ha depositado bajo nuestra responsabilidad, que no es poca cosa. Por eso el PLD tiene que prepararse para lo que nos viene.
