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Carlos Santana se está convirtiendo en corazón de Indios de Cleveland

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Anaheim.- Si los Indios de Cleveland logran meterse a la postemporada, ya sea por la vía del comodín, o porque se adjudiquen la División Central de la Liga Americana, donde actualmente le siguen la pista a los líderes, los Tigres de Detroit, en gran medida, se lo deberán a peloteros como Carlos Santana.
 
«Nosotros hemos jugado muy buena pelota. Este año hemos jugado con base a un grupo de veteranos y todavía queda mucha pelota, casi mes y medio y uno nunca sabe. Estamos atrás de Detroit, de Oakland, de Tampa. Y hay que esperar, porque a nosotros, lo que nos importa, es jugar bien,» dijo a ESPNDeportesLosAngeles.com, el originario de Santo Domingo, en la República Dominicana.
 
El receptor, quien también ha aparecido ocasionalmente custodiando los jardines y quien, además, funge como bateador designado, luce promedio de .263, con 14 batazos de vuelta entera, y 53 carreras producidas, luego de su presencia en 117 juegos durante la presente campaña.
 
«En el receso de la temporada, uno se prepara muy bien, para tener, gracias a Dios, buena salud y así poder jugar en todos los encuentros que el manager disponga. A mí me encanta jugar, amo el béisbol. Por eso, ahora que estamos luchando, uno debe estar preparado para jugar, no en todos los encuentros, pero sí poder jugar más de lo normal,» explica el pelotero.
 
Santana, más allá de la pelota, confiesa que disfruta de la gran diversidad de razas, culturas, nacionalidades y acentos que se pueden encontrar en la foresta de grandes ligas.
 
«Hay muchos acentos y ya uno está acostumbrado, escuchando a mexicanos, puertorriqueños, venezolanos, hay de todo y a veces, a uno, se le pegan también esas formas de hablar,» reconoce.
 
Sin embargo, el beisbolista no oculta su orgullo por la cultura dominicana, que él representa.
 
«Yo soy dominicano a mucha honra, y nunca lo niego. Soy dominicano y le doy las gracias a Papá Dios, por ser dominicano y poder representar a mi país,» dice, sacando el pecho.
 
¿Y cómo se adapta a la comida de este país adoptivo, este dominicano?
«Uno siempre busca el restaurante latino, especialmente, el dominicano. Aunque, a veces se dificulta, porque uno viaja mucho, por diferentes ciudades de Estados Unidos y uno se acostumbra a comer diferente comida. Pero yo ya me adapté, y no me afecta.»
 
¿Qué ciudad le gusta más?
«La Dominicana,» replica, sin pausa, pero luego agrega:
 
«Me gusta Estados Unidos, porque me dió la oportunidad de tener un buen trabajo, y de ser lo que yo soy, algo de lo que me siento muy orgulloso.»
 
Y fuera de la pelota, ¿qué es lo que hace?
«Le dedico mucho tiempo a la familia. Porque ellos están allá, en la Dominicana, esperándome todo el año, porque saben que yo estoy haciendo mi trabajo y ellos se adaptaron al trabajo que tengo. Por eso, yo voy y los visito, especialmente en diciembre, en la época navideña, la paso con mi esposa, con mi hijo, mi papá, mis hermanos, es un buen tiempo que paso yo.»
 
¿Cómo se desconecta de la pelota luego de 162 juegos en una temporada?
 
«Claro, no todo es pelota. Porque el tiempo de pelota, es el tiempo de pelota. Eso se respeta. Pero también llega un momento para las vacaciones, donde uno despeja la mente, disfruta la vida, ya que uno trabaja mucho. Y debe tratar de disfrutar,» concluye Carlos Santana.
 
 

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