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“Discapacidad como oportunidad de crecimiento”

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Para integrar una labor como la que lleva a cabo Martha Rodríguez, coordinadora técnica del Despacho de la Primera Dama de la República, Cándida Montilla de Medina, no solo se requiere de una gran profesionalidad sino, además, de mucha pasión y entrega. Se trata de encomiendas que implican la ejecución de múltiples programas que desarrolla esa institución a favor de niñas y niños discapacitados en el país.
 
La también psicóloga clínica revela que en estos momentos el país se prepara a fin de dar apertura a cinco centros integrales: “Un espacio de oportunidades hacia el bienestar de estos menores que viven en condiciones especiales, a fin de potencializar sus destrezas”, expone y amplía que contarán con tecnología de punta y los mejores profesionales del país, con la facultad de orientar un servicio que constituirá un paradigma capaz de reflejar la discapacidad como oportunidad de crecimiento.
 
Entrevistada por este multimedios DominicanosHoy, Martha Rodríguez explica que la discapacidad a nivel clínico agrupa distintas condiciones que limitan a un ser humano, tanto en término físico y cognitivo.
 
“Pese a la enfermedad que padezca, el infante tiene habilidades para desempeñarse de diferentes formas, y lo que hará el Despacho de la Primera Dama, a través de esas unidades, es disminuir sus limitaciones y aumentar las oportunidades con las cuales podrá vivir conforme al resto de los seres humanos”, destaca la funcionaria.
 
-¿Cómo nace la idea de crear estos Centros de Atención Integral para la Discapacidad (CAID)?
“Se trata de una iniciativa de la primera dama, Cándida Montilla de Medina, quien después de su vasta experiencia como profesional de la conducta y tener conciencia de las vicisitudes que enfrentan los padres, consideró crear un centro donde existieran todos los servicios a bajo costo. Ella tenía ese sueño y le hemos dado forma.
 
“Ya está en marcha la estructura que se construirá en Santo Domingo Este, próximo a la avenida Luperón; también el de Santiago, justo en los terrenos del hospital Arturo Gullón y luego seguirá el de la región sur. Lo primero es contar con un personal calificado en Psicología y Psiquiatría, y alinear las capacitaciones hacia los paradigmas que se van a trabajar”.
 
-¿Qué edades están comprendidas para los ingresos a dichos centros?
“Podrán ser ingresados menores de cero a 10 años de edad, y hemos pensado brindar más de 72 mil secciones de terapias anuales; así también, diagnosticar en el orden físico: parálisis cerebral y a nivel cognitivo: síndrome de Down, autismo, hiperactividad, deficiencia motriz o psicomotor, terapia sensorial, del habla, física, familiar, de grupo y soporte a los padres para que sean los primeros terapeutas en ayudar a sus hijos, además de hidroterapia”.
 
-¿Qué otros programas desarrolla el Despacho de la Primera Dama?
“Servicio al ciudadano, el cual buscar dar respuestas a las solicitudes de ayuda de dominicanas y dominicanos que están en riesgos, desamparados o en extrema pobreza.
 
“Contamos con cuatro subprogramas: Ayuda Médica, Cuenta Conmigo, con los cuales se dan servicios de internamiento, prótesis, fármacos y soporte en enfermedades catastróficas. Unido a esto se realizan jornadas de salud en los sectores más vulnerables”.
 
La coordinadora técnica resalta entre estas acciones, la denominada Mujeres saludables, en la cual se emplea el componente de salud como detección temprana del cáncer de mama y también trabajamos con las mujeres de la tercera edad.
 
“No podemos olvidar Comunidades Inteligentes, donde se le enseña a los sectores a gestionar la solución de sus propios problemas. De igual forma está el programa denominado Ángeles de la Cultura, el cual brinda la oportunidad a pequeños con talento en la música, danza, teatro y canto con el objetivo de que puedan manifestarlo”.
 
En cuanto al presupuesto disponible en la ejecución de los múltiples programas que despliega el Despacho de la Primera Dama, Martha Rodríguez confiesa que tienen muchas limitaciones económicas, debido a los altos costos de estos proyectos; pero, asegura que mantiene, junto al resto del equipo de trabajo, la fe en poder salir adelante.
 
“Hemos tenido el apoyo de Taiwán, quien ha donado dinero para la construcción de las edificaciones, mientras que el gobierno dominicano equipa los centros. Los programas serán permanentes, porque así podemos dar poco de todo por mejorar la vida de esos pequeños, que incluidos, tendrán un yo posible y sellaremos la máxima que reitera en su integridad ese ¨si puedo, no me tengas pena¨, que significa cumplir con sus más humanos derechos”.

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