Solo en San Cristóbal se han reportado hasta la fecha un total de 69 casos de cólera, según informó el director regional de Salud Pública, Daniel Martínez Garcés, siete de los cuales corresponden a menores de 4 años y nueve entre 5 y 14 años de edad.
Las autoridades de la Gobernación de esa provincia y de los ministerios de Salud Pública y Medio Ambiente anunciaron que iniciarán el monitoreo y examen del agua a granel que se vende en esta provincia, como parte de las acciones para contrarrestar el brote.
De manera que se actúa en correspondencia con una de las causas principales u origen del mal, que es el agua, en la cual deben verificar la presencia o no de la bacteria Vibrio Cholerae, causante del cólera, así como determinar los niveles de clorificación existentes en el preciado líquido.
Entre las otras medidas asumidas están la prohibición de los baños en el río Nigua, así como evitar el uso de sus aguas; pero, como siempre alertamos, más allá de las campañas de educación a la población para evitar el lanzamiento de desperdicios en las calles y de tantas otras orientaciones, existe una responsabilidad básica e impostergable de la familia.
La preocupación por el resurgimiento de la epidemia en el país no puede subyacer en simples especulaciones, ni siquiera en la confirmación real de su existencia, como es el caso; ya la nación ha sufrido muertes y la realidad marca crecientes inquietudes, sobre todo porque las lluvias predominan en estos tiempos y los olvidos han dejado al descubierto, una y otra vez, gomas con aguas sucias acumuladas, desechos en las avenidas y la continua imprecisión de la calidad del líquido que ingiere la ciudadanía.
Más allá de las averías en los drenajes pluviales que contaminan cañerías y afectan el agua potable que reciben muchos hogares y las posibles lluvias que propician el contagio, aun cuando las autoridades deben evitar que se incremente el número de víctimas, cada familia tendrá que operar por sí misma: hervir el agua que se consume; impedir los depósitos de basuras y otros desechos perjudiciales en patios y calles.
Cada quien debe hacer su parte para evitar ser uno más.
Cólera y medidas
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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