San Petersburgo.- El enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Lakhdar Brahimi, consideró hoy aquí que una acción militar contra ese país sin la autorización del Consejo de Seguridad es inaceptable y viola las leyes internacionales.
Al igual que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo durante un almuerzo de trabajo de cancilleres del G-20 que se abstenía de opinar, sin embargo, insistió en la necesidad de respetar el Derecho Internacional
También enviado especial de la Liga Árabe, el diplomático calificó de muy peligrosa la situación en torno a Siria y lamentó el riesgo que corre la segunda reunión de paz de Ginebra, convocada por Estados Unidos y Rusia, ante la inminencia de una agresión contra Damasco.
Al referirse a los resultados del trabajo de los inspectores sobre el empleo de armas químicas en Siria, indicó que tan pronto el reporte esté concluido el Secretario General de la ONU informará a la comunidad mundial.
Por su parte, el canciller ruso, Serguei Lavrov, sostuvo que existe tiempo todavía para evitar la guerra y, en ese sentido, es importante salvar la conferencia internacional de Ginebra.
Aseguró ante la prensa que en la mayoría de los países del G-20 existe clara comprensión de que el uso de la fuerza a espaldas del Consejo de Seguridad pone una cruz sobre los esfuerzos para una solución política en el foro denominado Ginebra 2. Lavrov además del encuentro de trabajo con todos sus pares, celebró reuniones bilaterales con los jefes de la diplomacia de Francia, Canadá y Turquía, según el servicio de prensa de la Cancillería.
