San Petersburgo, Rusia.- El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, aseguró en la Cumbre del G20 que a pesar de mostrar signos positivos es prematuro dar por resuelta la crisis en la Eurozona.
Momentos antes de participar en la apertura de la cita del Grupo de los 20 (G20) en esta ciudad, Durao Barroso comentó que los profetas del fin del euro se equivocaron y reiteró que esa moneda seguirá siendo muy estable, fuerte y creíble.
La resistencia de la economía europea se confirma, señaló en una rueda de prensa conjunta con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
No obstante, alertó que no hay margen para complacencia por el inaceptablemente alto nivel de desempleo, situado en el 12,1 por ciento en la región de la moneda única.
En tal sentido, reiteró que es prematuro declarar la crisis como terminada y resuelta, por lo que se debe perseverar una estrategia de crecimiento y empleo, además de seguir con las reformas y la construcción de una unión bancaria.
Tras año y medio de una recesión de dimensiones históricas, con el consumo, la inversión y el comercio exterior dañados, un paro con tasa récord y unos niveles de deuda nunca vistos, la recuperación del Producto Interno Bruto durante el segundo trimestre del año supone un respiro para la moneda única.
La Eurozona creció en la primera mitad del presente año un 0,3 por ciento, mientras la Unión Europea lo hizo en un 0,4 por ciento, según la oficina de estadísticas, Eurostat.
Dicho comportamiento no deja de ser modesto, pues las diferencias entre los estados es notable.
Los principales protagonistas del repunte económico la zona euro en el segundo trimestre fueron Alemania (0,7 por ciento) y Francia (0,5), mientras Portugal registró una expansión del 1,1.
Del lado más oscuro estuvieron España (-0,1 por ciento), Italia (-0,2), Chipre (-1,4), Países Bajos (-0,2), Eslovenia (-0,3) y dejaron de reportar sus datos Grecia e Irlanda, los cuales continúan en recesión.
