Islamabad.- Un avión teledirigido estadounidense bombardeó una zona residencial de la provincia de Waziristán del Norte y mató a siete presuntos talibanes, a despecho de las exigencias de Pakistán de poner fin a esos ataques.
Según refirieron vecinos de la localidad de Dargah Mandi, cercana a Miranshah, la principal ciudad del territorio, dos misiles lanzados por el avión no tripulado destruyeron varias viviendas y causaron pánico entre la población.
El pasado 31 de agosto, cuatro personas murieron a causa de un ataque similar en la localidad de Heso Jel, a unos 35 kilómetros al este de Miranshah, en la continuación de una serie de episodios de ese tipo que no terminan pese a las repetidas protestas del gobierno, el ejército y la sociedad civil pakistaníes.
Hace una semana, el asesor de asuntos exteriores, Sartaj Aziz, anunció que Pakistán presentará una protesta formal ante la sesión de la Asamblea General de la ONU el próximo mes por las agresiones de los aviones-robot.
Al comparecer ante la Asamblea Nacional, la Cámara baja del parlamento, Aziz señaló que en sus próximas reuniones con las autoridades estadounidenses los líderes pakistaníes reiterarán la exigencia de poner fin a las incursiones de los drones.
Islamabad considera a esos ataques violatorios de las leyes internacionales, contraproducentes en la lucha contra los talibanes y generadores de un profundo sentimiento antiestadounidense por el alto número de víctimas civiles que se cobran.
Aziz apuntó que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, apoya la postura de Pakistán y auguró «un gran avance» sobre el tema en los próximos meses.
Señaló, además, que el primer ministro Nawaz Sharif espera reunirse en Nueva York con el presidente estadounidense, Barack Obama, como parte de su agenda paralela a las sesiones de la Asamblea General.
En ocasión de una reciente visita a Islamabad del secretario norteamericano de Estado, John Kerry, ambas naciones acordaron reanudar el diálogo estratégico bilateral, interrumpido desde noviembre del 2011, cuando aeronaves de la OTAN mataron a 24 soldados pakistaníes en la frontera con Afganistán.
