Unos 40 mil turistas permanecían varados el lunes en casas de hospedaje y hoteles de Acapulco debido a las afectaciones por las fuertes lluvias que golpearon durante el fin de semana al estado de Guerrero, uno de los más afectados por la tormenta tropical Manuel.
Según reportes de la prensa local, en Guerrero hay más de 50 municipios y 238 mil habitantes afectados, y han sido cortadas por deslaves debido a las fuertes lluvias rutas vitales como la Autopista del Sol Acapulco-Cuernavaca (más de 20 cortes, con previsiones de no estar lista antes del miércoles) y la carretera federal a Acapulco.
El temporal golpeó con lluvias torrenciales especialmente el sábado y el domingo, y ha dejado una cifra aún indeterminada de muertos, además de más de dos decenas de desparecidos.
Un medio local informó que “cientos de residentes y turistas tuvieron que ser rescatados por el ejército y por particulares que se movilizaban en motonetas por las calles convertidas en caudalosos ríos para ser llevados a albergues” que fueron establecidos de urgencia.
Los estacionamientos de la mayoría de los hoteles de la lujosa zona se convirtieron en cementerio de autos compactos y camionetas que fueron cubiertos por agua y lodo.
Algunos hoteles pidieron a sus clientes el lunes cerrar sus cuentas pues los establecimientos asumirán los costos de su estadía.
Al respecto, las autoridades precisaron que los hoteleros han previsto descuentos del 50% a los 40 mil turistas varados en la ciudad puerto del Pacífico mexicano.
Luis Walton Aburto, presidente municipal de Acapulco, dijo que “acordamos con los hoteleros realizar un 50% de descuento a los 40 mil turistas hospedados ante el cierre de la autopista”.
Entretanto, Interjet, Aeroméxico y Aeromar anunciaron medidas emergentes para apoyar a los turistas que quedaron varados en Acapulco, y el gobierno analizaba la posibilidad de establecer un puente aéreo con aviones de transporte Hércules C-130 para proceder a la evacuación ordenada de los vacacionistas.
En la costa Pacífico, donde se ubica Acapulco, Manuel ingresó el sábado como tormenta tropical por la zona de la costa del Pacífico donde se encuentra Acapulco, y el domingo se degradó a una baja presión remanente y regresó de nuevo al mar, cerca de las costas de Nayarit (oeste), pero sus efectos se siguieron sintiendo el lunes en buena parte del oeste y sur del país.
