La baja inversión que el Ministerio de Salud Pública destina al programa de salud mental es de 0.08% de su presupuesto, pese a que la Sociedad Dominicana de Psiquiatría estima que un 10% de la población sufre de algún tipo de trastorno mental, lo que da lugar a una deficiente cobertura y a la marginalidad de estos seres humanos.
De acuerdo a un estudio ejecutado en el 2012 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), para América Latina y el Caribe, en República Dominicana 43 mil 95 personas, aproximadamente, padecen psicosis no afectiva; 227 mil 786 depresión mayor; 12 mil 313 de distimia y otras 24 mil 626 presentan trastornos bipolar.
Al parecer las consecuencias de todo esto se evidencia en las estadísticas llevadas a cabo por el Ministerio de Interior y Policía, las cuales dan cuenta de que en el primer semestre de este año 2013, la tasa de suicidios en el país registró un incremento alarmante con una cifra récord de 298 casos.
A esto se añade la cantidad de enfermos mentales que deambulan por las calles del país, sin que se observe una auténtica preocupación de las autoridades sanitarias para llevarlos a un lugar seguro donde reciban las debidas atenciones.
Además de esta situación no todo los hospitales del país cuentan con unidades de salud mental, tal es el caso de las provincias Monte Cristi, Santiago Rodríguez, Independencia, Pedernales, entre otros.
Mientras que los pocos que brindan este servicio son: Hospital San Vicente de Paúl, en San Francisco de Macorís; Alejandro Cabral, en San Juan de la Maguana; el Jaime Mota en Barahona; José María Cabral y Báez, de Santiago; Luis Eduardo Aybar y Francisco Moscoso Puello, en Santo Domingo.
Carencias
Tanto el psicólogo clínico Jorge Morillo como la psiquiatra Hichez Lachapelle consideran que la educación es lo que tanta falta hace en la población, debido a que mientras más bajo sea el nivel escolar, menores son las opciones para resolver problemas personales.
“Cuando hay un nivel educativo alto, reciben mayor gratificación y la capacidad para solucionar conflictos se incrementa; además, el estatus no les permite cometer acciones que denigren su persona o prestigio”, asegura Morillo.
Ambos profesionales perciben que quienes tienen mayor conocimiento prefieren buscar ayuda para resolver sus conflictos, mientras que quien carece de esa ventaja cree que no hay solución y prefiere acabar con su existencia.
Abogan, a su vez, por mayor cobertura en las unidades de salud mental para atender y dar seguimiento a los pacientes que llegan tras haber fallado en su meta de suicidarse.
«En el país hay 300 psiquiatras y muchísimos psicólogos que estamos dispuestos a trabajar, pero necesitamos las facilidades y herramientas del Ministerio de Salud Pública para realizar una mejor labor y de esta forma frenar el auge que ha tenido este mal social», afirma Hichez Lachapelle.
Opina director Salud Mental
El director general de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública, doctor José Mieses, aclaró que cuando se habla del presupuesto asignado a esa unidad, no se incluye el hospital psiquiátrico, ni los honorarios de los psicólogos y psiquiatras que hay en el país. “Por ejemplo, en La Vega hay 5 psiquiatras que son pagados con el dinero de esa dependencia, así como la medicina de Promese; lo cual no se contabiliza para la salud mental, sino como pago de nómina general”.
No obstante, precisó que se necesita y se ha solicitado más recursos, ya que para desarrollar un buen programa de prevención de suicidios se requiere de más fondos.
Asimismo, el especialista explicó que el Ministerio de Salud Pública ejecuta un programa de prevención del suicidio, dirigido a orientar a la población sobre los diferentes factores que conducen a tomar esa terrible decisión, dentro de los cuales influyen los trastornos mentales.
Mieses indicó que en la actualidad, en el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Salud se ha incluido el intento de suicidio como uno de los eventos para informarse desde los Centros de Salud de manera obligatoria.
El galeno resaltó que las tareas de prevención se desarrollan en las diferentes comunidades y sectores vulnerables como en Gualey, donde mediante el Centro Comunitario de Salud Mental se multiplican acciones de prevención dirigidas a menores, jóvenes y adultos de esa zona y sectores cercanos.
Esperemos que esta iniciativa pueda extenderse por todo el país, a fin de que la población reciba orientación y atención permanente que frenen el alto índice de suicidios y controle los factores psicosociales y mentales que perturban la salud mental de dominicanas y dominicanos.
