El mes de septiembre, como es de costumbre, es el mes donde los “hombres se separan de los muchachos” en el bésibol de Grandes Ligas. Es donde realmente los equipos pretendientes se echan a un lado para que los contendientes pasen.
Los Yankees, que desde antes de dar inicio a la temporada regular fueron catalogados como pretendientes, por alguna razón del destino han permanecido como contendientes, muy a pesar de las diversas dificultades que han tenido que pasar. Desde lesiones de sus cañoneros principales, hasta la grotesca novela del caso de dopaje del antesalista dominico-estadounidense Alex Rodríguez.
Igual se mantuvieron firmes. Incluso resucitaron su mermada ofensiva con la gran readquisición el pasado 16 de julio del toletero quiqueyano y favorito del público de El Bronx, el jardinero Alfonso Soriano, y el regreso de A-Rod tras su espinoso y escandaloso proceso de rehabilitación tras operarse la cadera izquierda. Los Yankees se mantuvieron cerca del primer lugar y uno de los dos puestos de comodines o wild cards.
Como la felicidad nunca dura para siempre, todo cambió cuando la campaña arribó a su penúltimo mes, es decir septiembre. El equipo entró en mala racha en el momento menos preciso y ante rivales directos en pelea y de división, e incluso fueron borrados del mapa dos veces por sus acérrimos enemigos, los Medias Rojas de Boston.
Los dirigidos por Joe Girardi perdieron cinco de seis ante los patirrojos en cuestión de 10 días. Cayeron dos veces en Yankee Stadium en la serie celebrada del 6 al 8 de septiembre. Se desquitaron de la primera afrenta con los Orioles de Baltimore, a quienes barrieron en tres partidos, pero luego volvieron a enfrentarse a Boston y fueron barridos en Fenway Park en tres cotejos ejecutados del 13 al 15 del mes en curso.
Fueron derrotas devastadoras. Incluso Mariano Rivera, el estelar cerrador neuyorquino, volvió a enfrentarse a sus demoniosy hostigadores (los Medias Rojas) en dos ocasiones permitió la carrera del gane y empate en la novena entrada.
Todos esos percances en ese lapso de tiempo (18 días), se deben, en gran medida, a que la ofensiva y el pitcheo se vino abajo. Sus principales hombres en el bateo como Robinson Canó, Alfonso Soriano, el propio Alex y el nipón Hichiro Suzuki han bateado de manera combinada para 229-60.
En los últimos siete juegos, Soriano (62-15, 3 jonrones y 13 empujadas) está de 21-6, A-Rod (53-13, 2 jonrones y 12 remolcadas) de 18-1 y Suzuki (43-9 con apenas dos remolques) lleva de 16-3. El único punto luminoso, como ha sido durante toda la temporada, es Canó (71-23 -.324-, con 2 vuelacercas y 15 producidas), quien tiene de 23-8 con 4 empujadas.
Mientras que los cuatro principales abridores se han conbinado para foja de 1-5 en 15 salidas, en las que han permitido 95 imparables y 49 carreras limpias en 85 entradas . El único triunfo fue logrado por C.C. Sabathia (1-2, 20.2 IL, 21 hits y 11 CL y 4.79 efectividad) y el que mejor ha lanzado es el veterano zurdo Andy Pettitte (0-1 en 4 salidas, 25 IL, 27 hits, 9 CL y 3.24 efectividad). El resto: Iván Nova (0-1 en 3 salidas, 14 IL, 17 hits, 11 CL, 8 BB y 7 K, 7.07 de efectividad) y Phil Hughes (0-0 en 2 salidas, 8 IL, 11 hits, 7 CL, 7.88 de efectvidad), , que hasta tuvo que ser casado de la rotación.
Pero por esas cosas extrañas del béisbol, los Yankees en ese tiempo difícil corrió con suerte y no se alejaron en la carrera hacia los playoffs (están a dos juegos y medio del segundo comodín) gracias, en gran medida, a la incapacidad de los otros equipos que buscan los dos comodines: Rays de Tampa Bay, Rangers de Texas, Orioles de Baltimore, e Indios de Cleveland, pero en especial los dos primeros.
Tampa Bay, uno de los favoritos, incluso para ganar la División Este, vio como su ventaja como primer wild card se evaporó y cayeron al segundo tras ligar marca de 8-9 en este mes en cuestión, aunque ha recuperado terreno en los últimos diez compromisos con record de 6-4. Mientras que el equipo texano ha estado mucho peor. De ser líderes en la División Oeste del más jóven de los ciurcuitos mayoritarios, bajó a puesto de comodín tras una paupérrima marca de 3-13, incluída una racha perdedora de 7 partidos seguidos (del 9 al 16 de septiembre), y están de 2-8 en sus últimos 10 juegos.
Por su lado, los Orioles, a pesar de la barrida sufrida ante los Yankees, han podido mantener sus opciones –están a un juego de los Rays- gracias a que han logrado ganar 10 de 17, pero le dieron chance a los Indios, que posee mejor marca de las novenas antes mencionadas con un 11-6 en el mes, y están a apenas medio juego por debajo del equipo de Florida (Rays).
Con todo este drama y férrea lucha por llegar con vida hasta más allá de septiembre, los Yankees, con todo y todas sus lesiones, han sido acompañados por un ángel guardián que a lo mejor se canse de darles el chance de luchar por sí mismos.
Los Yankees han corridor con suerte
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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